El Banco Santander Central Hispano, que desde ayer se llama solo Banco Santander, ganará este año 8.000 millones de euros, según adelantó el presidente, Emilio Botín, ante la junta de accionistas. En esa cifra, que supone un 21% más que el año anterior y más del doble que hace tres ejercicios, no se incluyen los 1.400 millones que obtendrá el grupo por la venta de sus inmuebles ni los 566 millones de ingresos que conseguirá tras desprenderse de su participación en San Paolo-Intesa.

Botín informó a los accionistas de que el banco ha decidido participar en la compra del holandés ABN Amro, junto al Royal Bank of Scotland y Fortis, después de analizar otras posibilidades en mercados asiáticos y en algunos países del Este europeo. Proyectos que en ningún caso salieron adelante "por coherencia con nuestros criterios corporativos de inversión".

CONDICIONES DE COMPRA Esas premisas consisten en que las compras permitan mantener el crecimiento del beneficio por acción, que en el 2006, incluyendo revalorización y dividendo, fue del 31%, así como que el retorno de las inversiones necesarias supere el coste de capital en un plazo máximo de tres años. En el caso del ABN Amro, el Santander aportará 19.900 millones de los 71.100 de la oferta total. A cambio, el banco español se hará con el Banco Real en Brasil, el Antonveneta en Italia y con una pequeña entidad de financiación de consumo en Holanda.

La junta extraordinaria de accionistas que se convocará el 27 de julio deberá aprobar una ampliación de capital de 4.000 millones y la emisión de deuda convertible en acciones por valor de 5.000 millones, recursos que financiarán parte de la compra. El banco tiene otra operación corporativa en marcha en EEUU, donde posee el 24,8% de Sovereign Bank, entidad sobre la que detenta una opción de compra adicional que expira en el 2011.

La venta de inmuebles anunciada recientemente por el banco está en la línea de lo que están haciendo las grandes entidades internacionales para usar con más eficacia sus recursos.

Tras hacer un repaso de la situación económica mundial y europea, Botín se refirió al mercado interno señalando que "España sigue adelante con la expansión más larga de la historia reciente. Los últimos datos continúan siendo positivos". El presidente del Santander recordó que la economía crece por encima del 4%, que se crean más de 500.000 empleos anuales y que "hasta la productividad, uno de nuestros problemas, funciona un poco mejor".

El intenso crecimiento del sector inmobiliario de los últimos 10 años se apoyó en bases sólidas: en la mejora de la economía y del empleo. Por eso, Botín consideró incluso positivo el "aterrizaje suave" del sector que se registra en los últimos trimestres.

PREOCUPACION Botín sí se mostró preocupado por las modificaciones de la normativa bancaria y por la sobrerregulación y se refirió, en concreto, a los hedge funds --fondos de inversión libre--. Botín es partidario de que no haya más regulaciones en esta materia, ya que "la propia disciplina de mercado y la supervisión adecuada de las autoridades es suficiente para garantizar la estabilidad general del sistema".

Para evitar el exceso de regulación, abogó por favorecer la competencia y la transparencia en los mercados "en lugar de limitarse a regular precios", por calcular el beneficio de una norma antes de aprobarla y coordinar la aplicación de las leyes de alcance internacional para que nadie quede en desventaja.