El Banco Santander recortará 3.000 puestos de trabajo del Abbey National, un 11,5% de la plantilla, si finalmente culmina la compra de la entidad financiera británica. Así lo anunció ayer el presidente del SCH, Emilio Botín, tras una reunión en Londres con los representantes sindicales del sexto banco por activos del Reino Unido.

En una nota emitida por el banco español, Botín dijo que la reducción de los puestos es necesaria para lograr los ahorros de costes estimados de 450 millones de euros (74.874 millones de pesetas) a partir del tercer año desde que se cierre la operación.

"ALINEAR LOS INTERESES" El presidente del SCH informó durante la reunión de que regalará 100 acciones del Santander a cada uno de los empleados del Abbey y que mantendrá su actual sistema de pensiones privadas. El banco aseguró que con estas medidas pretende "alinear los intereses de los empleados del Santander y del Abbey".

A pesar del recorte de empleo anunciado, los representantes sindicales se mostraron satisfechos con el encuentro. Los miembros del sindicato ANGU calificaron la reunión de "positiva para ambas partes".

Según explicó a este periódico Linda Rolph, secretaria general del sindicato, tras los contactos con el SCH tienen la impresión de que "con la compra Abbey va a crecer, nunca a perder".

Este sindicato considera la reducción de la plantilla como una consecuencia directa de la mejora prevista de los sistemas informáticos del banco y no porque se vaya a cerrar ninguna sucursal, algo para lo que cuentan con la garantía del Santander. Rolph explicó que esperan que el recorte se pueda reconducir mediante bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas.

El sindicato también se mostró satisfecho con la intención del Santander de respetar los actuales planes de pensiones y de que se haya escuchado su petición para que los empleados reciban un bono de acciones una vez que se cierre el acuerdo "como reconocimiento a la incertidumbre que afrontan".