"El crecimiento orgánico ha resultado inferior al del trimestre anterior, debido a una caída de los ingresos en España, afectada por el descenso del gasto de los consumidores en un entorno económico y competitivo complicado". Así justificó la firma que dirige Friedrich Joussen la caída de sus resultados ayer, peores de lo que esperaba el mercado. La compañía ha revisado a la baja sus planes de facturación, que espera colocar en la parte más baja de la horquilla que se sitúa entre 50.070 millones y 51.202 millones. Vodafone cerró el segundo trimestre con una facturación de 12.328 millones de euros, con un crecimiento orgánico del 1,7%.