EL PRIMER MINISTRO británico, Gordon Brown, ha dado el visto bueno a un plan para inyectar fondos públicos en el banco que fue rescatado con una deuda de 31.800 millones. El proyecto es de Goldman Sachs y propone convertir en bonos para la venta los préstamos que se han concedido a la entidad. Las ventas de esos bonos estarían garantizadas por el Gobierno.