Aviso a navegantes rusos del presidente de Repsol, Antoni Brufau: si Lukoil se hace con el control de la petrolera sin hacer una oferta por todo el capital, que no cuente con él. Y si lanza una opa, tampoco. Brufau reiteró ayer que su proyecto empresarial está condicionado a que la compañía sea española, independiente y privada: "Cualquier cosa que no pase por esto o que suponga la pérdida de control no me tendrá al frente".

Las negociaciones sobre el futuro accionariado han entrado en su fase final, con Lukoil dispuesta a reducir hasta el 20% su aspiración inicial del 29,9%. Pero no sería todo el paquete de Sacyr, que se quedaría con la mitad de lo que tiene hoy (10%). Eso rebajaría la crispación política y resaltaría la españolidad de Repsol, ya que Sacyr seguiría como accionista junto con Criteria-La Caixa, aunque Lukoil sería el titular del mayor paquete de acciones (20%).

RESPETO A LAS REGLAS En este contexto, Brufau elevó el tono de su posición. Si Lukoil termina comprando menos del 30%, límite a partir del que hay que lanzar una opa, tendrá que "ayudar a la gestión de Repsol". De no respetarse la "pura claridad de las reglas del mercado", él se iría: "No habré luchado yo 60 años para acabar en esta situación", manifestó.

Todo ello no implica que rechace a la rusa, con la que ya trató de llegar a un intercambio accionarial hace dos años. "Tiene todo el sentido industrial", dicen fuentes cercanas. La rusa es la segunda petrolera privada con más reservas de hidrocarburos del mundo, de lo que carece Repsol, que es fuerte en refino y en estructura comercial. Por eso, el directivo no vería mal la entrada de Lukoil, siempre que se comprometiese a no querer el control. Repsol, en cualquier caso, sostiene que hubiera preferido seguir como hasta ahora y se queja de los mensajes contradictorios del Gobierno.

Está previsto que hoy se produzca una nueva reunión entre los bancos acreedores y Sacyr, en la que ya no participará el presidente de la constructora, Luis del Rivero. Algunos de sus socios prefieren que Del Rivero, primer accionista de Sacyr, pierda protagonismo para "despolitizar la operación". Fuentes bancarias dijeron ayer que los acreedores, entre los que están el Santander y Caja Madrid, "no han pedido su cabeza".

Ante la polémica política, la firma rusa estaría dispuesta ahora a subrogarse la mitad del crédito de 5.175 millones con el que Sacyr financió la compra del 20% de Repsol con garantías adicionales, para ser titular del 10%; y comprar otro 6% a Criteria-La Caixa y el resto, a Caixa Catalunya y Mutua Madrileña. Para La Caixa, la operación, que la dejaría igualmente como accionista de referencia de Repsol, "encaja con su plan de que en Criteria ganen peso las participaciones financieras y lo pierdan las industriales", según apuntaron fuentes financieras.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, insistió ayer en que Repsol es una empresa estratégica para el país por su presencia internacional y garantizó que seguirá siendo una empresa española. La Asociación Española de Accionistas Minoritarios considera que Lukoil obtendrá el control efectivo de la petrolera si logra una participación relevante, aunque sea inferior al 30%.