El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha pedido este miércoles "pragmatismo" al Gobierno sobre el futuro energético más inmediato basado en la reduciendo emisiones haciéndolo a través de la ruta más eficiente en costes. "Eso es ver hacia aquellas tecnologías ya maduras y potenciarlas", propuso Brufau, que felicitó con ironía al comisario de Energía y Clima, Miguel Árias Cañete, por anticipar que la tecnología del 2050 será el gas. "Nadie es capaz de anticipar qué tecnología será la del 2050, como nadie fue capaz de anticipar que la tecnología actual sería la fotovoltaica", agregó.

Brufau, que cerró la última jornada de un congreso sobre energía organizado por le IESE y Deloitte en el que la ministra Ribera había defendido un día antes el plan del Gobierno de Energía y Clima y el fin de las nucleares antes del 2035, aseguró que si España cambiase todos los vehículos de más de 13 años por vehículos diésel nuevos reduciría sus emisiones en 20 millones de toneladas, un tercio de lo que exige Bruselas para 2030. "Prohíbo el vehículo de combustión interna, pero qué sabrá usted del vehículo de combustión interna, qué sabremos nosotros, la gente de la calle, o los políticos de cuál va a ser la tecnología que existirá dentro de 50 años", añadió.

Después de esta pregunta implícita, el presidente de Repsol volvió a hacer otra: "¿Quién lo paga esto?", dijo. "¿Quién lo debe pagar? ¿El dinero público o los que se beneficien de esta tecnologías?", planteó. Para Brufau, es el propio sector -los fabricantes- quienes deberían financiar aquellas tecnologías que todavía están por desarrollarse mientras que la administración pública debería hacer lo propio con las tecnologías más maduras, y puso como ejemplos cambiar todas las bombillas tradicionales por otras con la tecnología LED y cambiar la flota automovilística vieja por una nueva. "Esto sí que tiene que depender de los fondos públicos y lo privado de las cuentas privadas", insistió.

En este sentido, el presidente de la petrolera española criticó que en el debate público no estuviera renovar el parque y sí en "cómo subvenciono al señor rico para un vehículo eléctrico". Así, Brufau acusó al Gobierno actual de "quijotismo" al querer asemejarse a Alemania al "querer ser los mejores en todo" debido al objetivo propuesto en el borrador de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que plantea una reducción de las emisiones con respecto al 2005 del 48% frente al 33% que recomienda la Unión Europea a 2030. "No tenemos que ser mejores que Alemania porque nadie nos pide ser mejor que Alemania", insistió.

"En política son muy bonitos los grandes titulares pero no es así, cuando decimos que el motor diésel se prohíbe, la gente no cambia de coche y así se emite mucho más. Usted no puede prohibir algo que Europa ha normatizado como es el Euro 6 (norma anticontaminación) porque si no estaríamos prohibiendo a Europa", aseguró.

No obstante, Brufau matizó ser consciente de que el coche eléctrico llegará porque la tecnología está y el vehículo eléctrico "lo tendremos todos", pero a su debido tiempo porque, según pronosticó, no será competitivo hasta, como mínimo, el 2025. "Lo que me preocupa es que estemos primando una tecnología inmadura con dinero público cuando para conseguir cinco veces más con este mismo dinero podríamos ayudar a la gente a cambiar sus coches", concluyó.