El Tribunal de Justicia de la UE, en una sentencia sin precedentes, condenó ayer a la Comisión Europea a indemnizar al grupo francés de equipos eléctricos Schneider por haber vetado de forma injustificada su fusión con el grupo Legrand en el 2001. Esta decisión abrirá la vía para nuevos procesos contra el Ejecutivo comunitario.

El veto a la fusión obligó a Schneider a malvender Legrand en el 2002 a unos fondos de inversión con muchas pérdidas. Después, el Tribunal de la UE anuló el veto de la Comisión por injustificado, por lo que Schneider decidió reclamar una indemnización al Ejecutivo comunitario de 1.660 millones de euros. La indemnización podría ascender a 400 millones.