El pulso entre el Gobierno y la Comisión Europea en torno a Endesa no se acaba nunca. El Ejecutivo comunitario advirtió ayer de que examinará con lupa las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a Acciona y al grupo italiano Enel para poder adquirir la compañía eléctrica Endesa, al considerar que el regulador español está usurpando competencias exclusivas suyas sobre fusiones y adquisiciones de empresas.

La Comisión Europea hizo esta advertencia tras autorizar sin condiciones la compra de Endesa por Acciona y Enel, tras concluir que la operación no constituirá un obstáculo para la competencia en el territorio de la UE.

El Ejecutivo comunitario "examinará muy cuidadosamente las medidas anunciadas por la CNE", anunció el portavoz de la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes. "Queremos verificar si las restricciones impuestas vulneran el artículo 21 del reglamento de fusiones de la UE, que da a la Comisión Europea la competencia exclusiva para controlar las fusiones de dimensión europea como esta oferta por Endesa", explicó el portavoz de Kroes.

El Ejecutivo comunitario eludió decir si abrirá otro expediente de infracción contra España por las condiciones fijadas por la CNE, como ya ocurrió en la fallida oferta de compra de E.ON.

CONDICIONES La CNE fijó el miércoles 12 condiciones a Acciona y Enel para aprobar su oferta de compra sobre Endesa. Estas obligarán a los compradores a mantener la autonomía y la marca de Endesa, respetar los compromisos de uso de carbón español y mantener las inversiones estratégicas en gas y electricidad. Acciona y Enel deberán conservar al menos cinco años las empresas de suministro de electricidad de Endesa en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.

Algunas de estas condiciones fueron consideradas ilegales por el Ejecutivo comunitario en la fallida oferta de E.ON.