La Comisión Europea dio ayer un balón de oxígeno al Gobierno español al asegurar ayer que "no tiene intención de poner en peligro los astilleros navales" españoles, a la vez que prometió al Gobierno "margen suficiente" para que se devuelvan las ayudas públicas ilegales concedidas, sin provocar el hundimiento del astillero Izar.

El Ejecutivo comunitario se abstuvo de comentar las promesas del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de salvar el grupo Izar a toda costa y se limitó a señalar que no hay ninguna indicación que haga pensar que el Gobierno planea conceder nuevas ayudas públicas al astillero.

"El empleo y la supervivencia de la empresa desempeñarán un papel importante" en las negociaciones que mantendrá la Comisión Europea con el Gobierno para la devolución de esa ayuda ilegal, aseguró el portavoz del comisario de Competencia, Mario Monti.

308,3 MILLONES ´ILEGALES´ El Ejecutivo comunitario dictaminó el pasado 12 de mayo que Izar había recibido unas ayudas públicas ilegales de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en el periodo 1999-2000 y que debía devolver 308,3 millones de euros.

La Comisión Europea y el Gobierno negocian "el calendario y las modalidades" de la devolución de esa ayuda y el portavoz de Monti aseguró que concederá a las autoridades españolas el "margen suficiente" para que ese proceso no ponga en peligro la supervivencia de la empresa. "Los 300 millones no son una cifra monstruosa" si se compara con la financiación total recibida por el astillero, añadió el citado portavoz.

El Ejecutivo comunitario, no obstante, insistió en que la normativa europea sobre ayudas públicas se aplica "para mantener una cierta competencia". La devolución, precisó el portavoz de Monti, es necesaria para neutralizar la ventaja competitiva de los astilleros españoles respecto a sus competidores europeos, que se quejaron de las mismas.

El compromiso de Rodríguez Zapatero de "salvar" los astilleros públicos fue puesto en duda por la vicelendakari del Gobierno vasco, Idoia Zenarruzabeitia, quien recordó que fue genérico y realizado en un acto de "propaganda electoral". También la consejera de Industria, Ana Aguirre, afirmó su escepticismo tras una reunión de más de dos horas con el presidente de la SEPI. La cita no despejó los interrogantes abiertos ya que, según Aguirre, el plan expuesto por Enrique Martínez Robles es el mismo que trasladó el miércoles a los sindicatos: segregar los astilleros civiles y militares. "Parece que la partitura está escrita y que Rodríguez Zapatero toca de oído, porque el plan de viabilidad es el que propone la SEPI. Veremos cómo van las cosas", matizó la consejera. Entre la información que se facilitó al Gobierno vasco no hubo referencias, según Aguirre, a la entrada de capital privado en los astilleros. Zenarruzabeitia advirtió de que el Gobierno vasco sólo "acompañará" al Ejecutivo socialista si se garantiza el futuro de La Naval, de Sestao. "Prestaremos ayuda para un proyecto viable, no para una muerte dulce del astillero", dijo.

PROTESTAS En los astilleros de San Fernando (Cádiz) y Sevilla, donde siguieron las protestas por la falta de medidas de seguridad y contra el plan de viabilidad de la SEPI, no se tomaron muy en serio la propuesta para el sector anunciada por el presidente. Representantes de los trabajadores se quejaron de que no se presentara antes. "Lo único que hacen es marear la perdiz", informa Julia Camacho.