La Comisión Europea aprobó ayer la adquisición de la empresa española Freixenet por la compañía alemana Henkell International, ambas productoras de vino espumoso, tras comprobar que no perjudicará a la competencia. La Comisión indicó en un comunicado que las actividades de ambas compañías son, en buena medida, geográficamente complementarias por lo que en la mayoría de países del Área Económica Europea la transacción no afectaría a la estructura de mercado.

En otros países, donde la cuota de mercado de ambas empresas es más importante, la Comisión cree que no generará problemas de competencia por la presencia de varios competidores alternativos. El pasado mes de marzo Freixenet anunció la venta del 50,7% de sus acciones al grupo alemán Henkell por unos 200 millones de euros.