El golpe de la pandemia del coronavirus y el impacto de las medidas de confinamiento impuestas a mediados de marzo para evitar la propagación del covid-19 será mucho mayor del augurado hace menos de dos meses, tanto en España como en el conjunto de la Eurozona. Las últimas previsiones de verano presentadas ayer por la Comisión Europea elevan el hundimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español en el 2020 al 10,9% (frente al 9,4% estimado a principios de mayo) y al 8,7% en el conjunto de los países del euro (7,7% en mayo). España será la segunda economía más tocada junto a Italia (11,2%) y Francia (10,6%).

«El impacto económico del confinamiento en la primera mitad del 2020 parece que será peor de lo esperado en las previsiones de primavera» y «no se verá completamente compensado por el rebote esperado en la segunda mitad del 2020, cuando la mayoría de las restricciones a la actividad se levanten», advierte el Ejecutivo comunitario en su nuevo análisis que ensombrece todavía más las perspectivas económica para este ejercicio.

Como consecuencia, el desplome de la economía española llegará a casi el 11%, un punto y medio por encima de lo pronosticado a principios de mayo. La actividad, no obstante, continuará recuperándose aunque el rebote final en el 2021 será del 7,1%, muy similar al previsto hace dos meses (7%).

Según la Comisión Europea, el sentimiento y los indicadores económicos tocaron fondo en abril y comenzaron a mejorar en mayo, cuando las restricciones comenzaron a levantarse de manera gradual y diferenciada entre sectores y regiones. A partir de junio, España, al igual que otros países de la Eurozona y la Unión Europea (UE), entró en «una nueva normalidad» aunque con medidas de distancia social que permanecerán vigentes y que seguirán repercutiendo en la evolución económica.

SERVICIOS E INDUSTRIA / En el caso del turismo internacional, y pese a la decisión de reabrir las fronteras exteriores a más de una docena de países, el impacto se verá agravado por una conectividad en los vuelos reducida. En general, se prevé que el sector manufacturero se podrá recuperar antes que el de servicios.

En cuanto a la situación del mercado laboral, el Ejecutivo comunitario reconoce que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) aplicados en España en los últimos meses han ayudado a limitar las pérdidas masivas de empleos. No obstante, augura que «el impacto desproporcionado de la crisis en los sectores intensivos de mano de obra dará como resultado un aumento significativo en la tasa de desempleo y es probable que aumente todavía más una vez que se eliminen los ERTE».

El nuevo cuadro presentado por la Comisión Europea también empeora la fotografía de la Eurozona y la UE. Se prevé que la Eurozona se contraerá el 8,7% en el 2020 y el conjunto de la UE, el 8,3%, frente a los retrocesos del 7,7% y del 7,4% anticipados respectivamente en mayo.

«El impacto económico del confinamiento será más grave del inicialmente esperado. Seguimos navegando en aguas turbulentas y nos enfrentamos a muchos riesgos, incluida otra oleada de contagios», alertó ayer el vicepresidente económico, Valdis Dombrovskis. Las caídas más acusadas en la Eurozona, más allá del podio ocupado por Italia, España y Francia, corresponderán a Portugal (9,8%), Grecia y Eslovaquia (9% en cada caso), Bélgica (8,8%) e Irlanda (8,5%).

El PIB de Alemania, mientras tanto, se desplomará un 6,3% y el de Holanda, un 6,8%. Otros países con recesiones más suaves serán Dinamarca, Suecia y Austria.

Según las nuevas previsiones del organismo, que utilizan datos hasta el 30 de junio, el rebote en el 2021 también será menos robusto que el proyectado en primavera.