La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ya lo advirtió hace una semana: las medidas de contención puestas en marcha por los gobiernos europeos para mitigar la segunda oleada de contagios han producido un “claro deterioro” económico. Una evolución que ha confirmado este jueves la Comisión Europea en sus nuevas previsiones de otoño en un contexto de extremada incertidumbre. Según Bruselas, la Eurozona se contraerá un poco más de lo previsto este verano, un 7,8%, y crecerá menos en 2021 (4,2%) y 2022 (3%). El escenario para España se presenta todavía más complicado. El Producto Interior Bruto se hundirá un 12,4% en 2020, con un repunte muy inferior al pronosticado inicialmente en los dos próximos: del 5,4% en 2021 y 4,8%% en 2022. El Gobierno prevé en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, un rebote del 9,8%, casi el doble de lo que ahora estima Bruselas.

Se trata de estimaciones muy inferiores a las previstas en primavera por la Comisión Europea, que auguraba una caída del PIB del 9,4% en 2020 seguido de un crecimiento del 7% en 2021, o a los datos incluidos en el cuadro macroeconómico presentado a principios de octubre por el Gobierno de Pedro Sánchez que asume un desplome de la actividad económica en España este año del 11,2% aunque seguido de un mayor rebote, del 7,2% en 2021. El Ejecutivo comunitario no es tan optimista, y aunque se hace eco del repunte de la actividad durante el verano tras la reapertura de las fronteras interiores, pronostica una ralentización durante el último trimestre del año que hará que la economía siga a finales de 2022 un 3% por debajo del nivel de crecimiento previo a que irrumpiera el coronavirus.

“La pandemia de covid19 y las estrictas medidas de confinamiento puestas en marcha en España para contenerla han provocado una recesión sin precedentes de la actividad económica este año. Las medidas para limitar la pérdida de puestos de trabajo y apoyar al sector empresarial han amortiguado el impacto” y “la producción se recuperará con fuerza en la segunda mitad del año, pero la recuperación será desigual en todos los sectores y el aumento significativo de la tasa de desempleo de este año solo se revertirá parcialmente en los próximos dos años”, resume el Ejecutivo comunitario en el capítulo dedicado a España, el país que registrará este año la mayor recesión de la Eurozona y de la UE seguida por Italia (-9,9%), Francia (-9,4%), Portugal (-9,3%) y Grecia (-9%).

Impacto positivo de los ERTE

El análisis reconoce el impacto positivo de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE), que se han prorrogado hasta finales de enero de 2021, para mitigar la pérdida de puestos de trabajo, especialmente en los sectores más tocados como el turismo. “Estos esquemas han hecho mucho para contener la pérdida de empleo pero no han podido evitarlos del todo”, señala la Comisión que proyecta una tasa de paro del 16,7% en 2020 que se disparará al 17,9% en 2021, debido a la eliminación gradual de los ERTE, para volver a caer en 2022 al 17,3%.

Las nuevas previsiones de la Comisión también constatan el deterioro de las finanzas públicas debido a una reducción de los ingresos públicos. Según las estimaciones, el déficit público se disparará al 12,2% este año, casi un punto por encima de lo previsto por el gobierno. El agujero se reducirá en los siguientes dos años a medida que la actividad repunte y que se eliminen las medidas introducidas contra la pandemia, pero lo hará muy despacio: al 9,6% en 2021 y 8,6% en 2022. Mientras tanto, y debido al gran déficit público y a la fuerte contracción del PIB, la deuda de las administraciones públicas seguirá disparándose: al 120,3% en 2020, 122% en 2021 y 123,9% en 2022.

Plan de recuperación

Las previsiones no tienen en cuenta el impacto positivo previsto por el Ejecutivo español a través del plan de reformas e inversiones que será financiado con cargo al Fondo de Recuperación acordado por los líderes de la UE para hacer frente a la pandemia y que está todavía en fase de negociación entre el Consejo y el Parlamento Europeo. Bruselas sí menciona no obstante que, según las estimaciones del gobierno, “basadas en una absorción completa y rápida y altos multiplicadores”, el plan permitirá aumentar “el crecimiento del PIB real en aproximadamente 2,5% en 2021”. El documento sí pronostica que “un mayor crecimiento del PIB generado por la implementación del paquete de inversiones y reformas anunciado en el proyecto de plan presupuestario ayudaría a que la deuda evoluciones de manera más favorable”.

"El crecimiento regresará en 2021 pero pasarán dos años hasta que la economía europea se acerque a los niveles pre-pandemia", ha avisado el comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni, que ha vuelto a urgir a los gobiernos a mantener, en el contexto de gran incertidumbre, las medidas de apoyo fiscal y a aprobar este año el plan de reciperación para que pueda utilizarse en el primer trimestre de 2021.