La Comisión Europea propuso ayer endurecer el control de las agencias de calificación de activos financieros (rating ), cuyo comportamiento sospechoso durante la actual crisis de la deuda pública de la zona euro ha sido denunciado con dureza por diferentes gobiernos, encabezados por Alemania y Francia. "Hace falta una valoración más objetiva" y menos especulativa de la deuda pública, destacó el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier. El nuevo reglamento complementa la legislación europea que entrará en vigor el próximo 7 de diciembre.

La normativa, que debe ser aprobada por el Consejo de Ministros y por el Parlamento Europeo, colocará a las agencias de rating (las principales son Moody´s, Standards & Poors y Fitch) bajo el control exclusivo de la futura Autoridad Europea del Mercado de Valores. Esto permitirá una vigilancia más eficaz que si esta tarea quedara en manos de los supervisiores nacionales.

La Autoridad Europea del Mercado de Valores dispondrá de amplios poderes para controlar la labor cotidiana de las agencias de rating y podrá retirarles la licencia para operar en la Unión Europea (EU) en caso de violación grave de la legislación comunitaria, así como pedir a la Comisión Europea que les imponga elevadas sanciones.

El reglamento permitirá al supervisor europeo reclamar a las agencias y a cualquier persona involucrada en actividades de calificación toda información relevante. La autoridad podrá examinar cualquier fichero, dato, procedimiento, registro telefónico y comunicaciones electrónicas de las agencias y las empresas, y podrá obtener copia de los ficheros, datos y cualquier otro material, exigir explicaciones orales, entrevistas y audiciones.

INSPECCIONES El supervisor europeo podrá también iniciar investigaciones y realizar registros e inspecciones in situ de las sedes o dependencias de las agencias, sus contabilidades y sus ficheros. El reglamento también obligará a los compañías emisoras de productos financieros complejos o estructurados, como bancos de inversión o firmas financieras, de facilitar a todas las demás agencias de rating la información que entreguen a la agencia contratada por ellos para valorar su producto. Esto permitirá que las demás puedan emitir sus propias valoraciones. El objetivo de esta exigencia es intentar frenar los conflictos de interés y calificaciones interesadas por parte de esas entidades.

Se creará una vez haya sido aprobado por el Consejo de Ministros y el Parlamento Europeo el nuevo sistema de supervisión financiera de la UE.