Al recién renovado ministro de economía, industria y competitividad poco le ha durado la euforia. Luis de Guindos se reestrenaba en el Eurogrupo, el Ecofin y la Eurocámara esta semana presumiendo de números y evolución económica pero de nuevo la Comisión Europea le ha puesto los pies en la tierra con unas previsiones económicas que auguran un panorama mucho más oscuro del que presenta España. La economía cerrará el año con un crecimiento del 3,2% y un objetivo de déficit del 4,6%, tal y como augura Moncloa, pero en 2017 llegará de nuevo el desbarajuste: el crecimiento caerá al 2,3% y el agujero presupuestario se disparará hasta el 3,8%muy lejos del 3,1% prometido a la UE.

Las últimas previsiones, publicadas durante la pasada primavera, auguraban que España crecería un 2,6% este año y un 2,5% en 2017. La Comisión Europea, en el marco de la recomendación de cancelación de la multa de hasta el 0,2% del PIB por no adoptar medidas efectivas para corregir el déficit público, actualizó a finales de julio sus cifras. Elevó la cifra de este año hasta el 2,9% y rebajó al 2,3% la del próximo año. El nuevo cuadro macroeconómico aprobado este miércoles, y presentado con retraso tras el shock producido por el resultado en las elecciones de Estados Unidos, mantiene la misma línea.

España crecerá un poco más este año (3,2%) pero el revés llegará en 2017, un ejercicio que en Bruselas miran con preocupación y cautela. Según los cálculos de los técnicos comunitarios el crecimiento será mucho menos robusto del que espera el gobierno (2,3%) lo que disparará el déficit público hasta el 3,8%, siete décimas por encima del 3,1% recogido en la nueva senda fiscal aprobada por el Ecofin en el mes de agosto. Un desfase que obligará al nuevo gobierno en minoría a realizar un ajuste de entorno a 8.000 millones de euros y que sitúa a España como el único país de la Eurozona en vulnerar el techo fijado por las reglas comunitarias.

Las perspectivas tampoco son nada halagüeñas apra 2018 cuando auguran un crecimiento del 2,1% y un déficit público del 3,2% todavía por encima de la barrera del 3% que fija como máximo el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El paro también seguirá siendo mucho más elevado que en otros países de la UE aunque continuará la reducción: 19,7% en 2016, 18% en 2017 y 16,5% a finales de 2018.

El ministro Luis de Guindos prometió por carta este martes a la Comisión Europea enviar un nuevo presupuesto para 2017, tal y como se le requirió el pasado 25 de octubre, con un objetivo de déficit del 3,1% y un ajuste estructural del 0,5% del PIB lo que significa unos 5.500 millones de euros. A tenor de los nuevos pronósticos, esos números se quedan cortos y el esfuerzo tendrá que ser superior. Bruselas ya le ha dicho al gobierno que no puede fiarlo todo a la mejoría del crecimiento y tras cuatro prórrogas para controlar el déficit público las nuevas proyecciones suponen un nuevo jarro de agua fría.

DATOS EN LA UE

El nuevo cuadro también apunta que el crecimiento económico en Europa seguirá siendo moderado. La zona euro crecerá este año un 1,7% y algo menos, un 1,5% en 2017, algo menos también que en las previsiones de primavera cuando se proyectó un 1,6 y un 1,8% respectivamente. En el conjunto de la UE, mientras tanto, el crecimiento alcanzará este año el 1,8%, caerá dos décimas el próximo y repuntará de nuevo en 2018 al 1,9%.