La Comisión Europea exigió ayer a Italia un recorte permanente del gasto público de unos 7.000 millones de euros como mínimo, para evitar que el déficit público supere el techo máximo permitido del 3% del PIB. El Ejecutivo comunitario decidió iniciar el procedimiento de advertencia temprana contra Italia, ante el riesgo de que su déficit llegue al 3,2% del PIB.

El nuevo comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, explicó que Italia deberá proseguir con recortes adicionales similares en su déficit público de al menos el 0,5% del PIB.

Almunia señaló que los planes presupuestarios de Italia "se han basado en hipótesis de crecimiento exageradamente optimistas".