La Comisión Europea propondrá hoy fijar un techo máximo a las excesivas comisiones bancarias que tienen que pagar ahora los comercios por las ventas efectuadas a través de una tarjeta de crédito o de débito. El nuevo reglamento europeo limitará al 0,3% la comisión máxima que podrán cobrar los bancos a un comercio por una venta cobrada con tarjeta de crédito y al 0,2% con tarjeta de débito, según confirmaron ayer a este diario fuentes comunitarias.

Los nuevos límites se aplicarán en toda la Unión Europea (UE) para las tarjetas más corrientes, como Visa, MasterCard y las tarjetas de débito de las diferentes entidades bancarias. El elevado importe actual de esas comisiones fomenta que el comerciante repercuta su coste en el precio de venta de sus productos. Los costes totales de esas comisiones bancarias ascienden a 130.000 millones al año, lo que equivale al 1% del producto interior bruto (PIB) de la UE, según la Comisión Europea.

PERIODO TRANSITORIO / Las nuevas comisiones máximas se aplicarán al principio a las compras transfronterizas, cuando el cliente es un turista que paga con la tarjeta de crédito emitida por el banco de su país de origen. Pero tras un periodo transitorio de 22 meses esas serán las comisiones máximas que también se aplicarán en las ventas nacionales.

Los nuevos techos en las comisiones se basan en las tarifas que han sido ofrecidas por las compañías Visa y MasterCard al Ejecutivo comunitario para evitar ser sancionadas por abuso de posición dominante. La comisión mínima por pagos con tarjeta de crédito oscila ahora entre el 0,42% y el 0,76%.

El nuevo reglamento también prohibirá la práctica habitual actual en las compras electrónicas, como los billetes de avión, de cobrar una comisión al consumidor por pagar con una tarjeta de crédito y que en muchos casos asciende como mínimo a 5 euros. La Comisión considera que con la reducción de las tarifas bancarias el cobro de esos recargos es injustificado.

La nueva normativa permitirá reducir los costes para los comercios y para los consumidores y contribuirá a desarrollar un mercado europeo común de pagos financieros, ya que en la actualidad el importe de esas comisiones sigue variando mucho de un país a otro. El nuevo reglamento deberá ser aprobado por mayoría cualificada por los Veintiocho en el Consejo de Ministros de la UE y por el Parlamento Europeo.