El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha propuesto a los demás países de la Unión Europea (UE) un "plan de emergencia" para ayudar a Grecia a salir de la profunda recesión y devolver la esperanza a la población griega. El plan consiste en adelantar los pagos de las ayudas europeas de cohesión del presupuesto de la UE previstas para Grecia sin exigir de momento el desembolso de la parte que le corresponde al país en la cofinanciación de esos proyectos. Barroso ha indicado que podrían desbloquearse de inmediato "alrededor de 1.000 millones de euros" para financiar proyectos que ya habían sido aprobados, pero que están paralizados por las dificultades financieras de Grecia. Barroso precisó que esos fondos podrían invertirse en proyectos que contribuyan directamente a la reactivación económica del país y que Grecia ya efectuaría su aportación más tarde. La propuesta será debatida por los jefes de Estado y de Gobierno europeos en la cumbre que comenzará el próximo jueves 23 de junio en Bruselas. Grecia tiene derecho a 20.200 millones de ayudas europeas de los fondos de cohesión en el conjunto del periodo 2007-2013, de los cuales ya ha recibido 4.900 millones. Unos 1.000 millones de los fondos pendientes podrían movilizarse de inmediato y la Comisión Europea se ha ofrecido a ayudar a administrativamente a Grecia para poder utilizar los 14.300 millones restantes para impulsar su recuperación económica. Barroso ha subrayado que la correcta utilización de esa ayuda de emergencia comunitaria sería sometida a un "estricto" control y supervisión por parte de la Comisión Europea. Sin embargo, Barroso ha advertido que "no hay alternativa" al programa de ajustes, privatizaciones y reformas impuesto por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI). "La UE y el FMI no aceptarán ningún otro programa", ha insistido Barroso. La aprobación de ese programa de ajustes y privatizaciones por parte del Parlamento griego el próximo 28 de junio es requisito ineludible para que la UE y el FMI acepten entregar a Grecia el nuevo tramo de préstamos de 12.000 millones, que permitirán al país eludir la suspensión de pagos.