La Comisión Europea ha propuesto hoy recortar las ayudas regionales, agrícolas y pesqueras de la Unión Europea (UE) a los países que muestren desidia en el control del déficit público y que no sigan las recomendaciones de ajuste formuladas por sus socios.

El Ejecutivo comunitario ha planteado a los Veintisiete una serie de cambios para reforzar desde el próximo 1 de enero el gobierno económico de la UE para evitar la aparición de nuevos casos como el griego que socaven la confianza de los mercados financieros en el euro y la deuda pública europea.

En una primera fase, el país que no realice suficientes progresos en el saneamiento de sus cuentas públicas será penalizado de forma preventiva con la obligación de tener que efectuar un depósito remunerado por una cantidad importante hasta que corrija la situación, según ha explicado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.

Esta medida preventiva sólo se aplicaría a los países de la zona euro. El comisario ha eludido precisar la magnitud que deberían tener esos depósitos, ni en que nivel de déficit público se desencadenaría esa medida, ni ningún detalle sobre la misma.

PÉRDIDA DE AYUDAS EUROPEAS

Para el conjunto de los países de la UE, la Comisión Europea propone que cuando un gobierno no siga las recomendaciones de ajuste para reducir su déficit público al nivel máximo permitido del 3% del producto interior bruto (PIB) vea suspendidas temporalmente las ayudas comunitarias previstas en política de cohesión, agricultura y pesca.

Si ese país persiste en hacer caso omiso de las recomendaciones y en no corregir su déficit público excesivo, se vería privado definitivamente de las ayudas europeas que están suspendidas, ha precisado Rehn. Sin embargo, la pérdida de esos fondos no afectaría a las ayudas de la UE que deben recibir agricultores y pescadores, sino que el coste de las mismas sería a cargo exclusivamente del estado remolón, ha añadido Rehn.

Cuando el nivel de deuda pública supera el 60% del PIB, también se exigirá a los países un programa plurianual claro y efectivo para reducir ese volumen de deuda excesivo con los mismos procedimientos sancionadores en caso de incumplimiento de los objetivos, ha señalado el comisario.

TUTELA ECONÓMICA

Las demás propuestas enunciadas por Rehn tienen como objetivo ampliar y reforzar los poderes de la Comisión Europea y del Consejo de Ministros de Economía de la UE para supervisar y tutelar la política económica y presupuestaria nacional de los Veintisiete.

Además de los programas aunales de estabilidad sobre reducción del déficit público, los gobiernos deberán presentar en la primera mitad del año unos programas de reformas económicas y las líneas generales del proyecto de presupuestos nacionales del año siguiente. Todas esas medidas y el anteproyecto de presupuestos serán analizados por la Comisión Europea y, posteriormente, el Consejo de Ministros de Economía europeo exigirá rectificaciones o más reformas a quienes se desvien de la línea fijada por la UE.

Una de los aspectos que se vigilará más serán los desequilibrios económicos internos de los países, como pérdidas de competitividad acentuadas, a través de una serie de indicadores económicos y financieros. También en este caso la Comisión Europea y posteriormente el Consejo de Ministros de la UE formulará recomendaciones y supervisará de cerca a los países más afectados. Este control debería permitir detectar a tiempo y corregir fenómenos como las burbujas inmobiliarias que han afectado a España e Irlanda, indicó Rehn.