La Comisión Europea, en una decisión sin precedentes, quebró ayer los abusos monopolísticos de la multinacional norteamericana Microsoft al obligarle a entregar los códigos de Windows a sus competidores para que sus programas puedan funcionar correctamente con ese sistema operativo, y a ofrecer programas de lectura multimedia de otras compañías en su sistema.

Microsoft además deberá pagar una multa récord de 497,2 millones de euros (casi 83.000 millones de pesetas) por violar de forma sistemática las leyes de competencia de la UE. La sanción equivale al 8% de la facturación de Microsoft en Europa.

El Ejecutivo comunitario, como estaba anunciado, concluyó tras una investigación de cinco años que Microsoft ha abusado de su poder monopolístico para impedir la competencia en los sectores de servidores para redes informáticas y en los lectores multimedia. "Este comportamiento ilícito ha perjudicado a la innovación y a los consumidores", señaló el comisario de Competencia, Mario Monti.

La Comisión Europea da un plazo de 90 días a Microsoft para que ofrezca a los fabricantes de ordenadores (y a los consumidores finales a través de ellos) sistemas operativos Windows con programas de lectura multimedia de la competencia, por lo que deberá desgajar el Windows Media Player que todos llevan ahora incorporado. El plazo para divulgar a sus competidores los códigos que permitan a otros programas de redes funcionar y ser interoperativos con Windows es de 120 días.

Esas medidas sólo se aplicarán en Europa para no interferir en las decisiones de las autoridades de competencia de EEUU y otras zonas, dijo Monti.

RECURSO A pesar de que Microsoft ha anunciado que recurrirá las medidas ante el Tribunal de Justicia de la UE, el Ejecutivo comunitario confía en que el tribunal rechace la suspensión cautelar de las medidas.