“Volkswagen ha cumplido en gran medida con el plan de acción prometido pero su actitud respecto a los consumidores europeos afectados sigue siendo lo que llamo pensar pequeño. La Comisión Europea y las autoridades de consumidores lamentan que la empresa no haya dado una garantía total y clara en caso de problemas tras las reparaciones”. La comisaria de protección de consumidores, Vera Jourová, reconocía este lunes que el plan diseñado por el fabricante alemán a raíz del escándalo del ‘dieselgate’ ha empezado a dar frutos pero no todos los esperados.

La tasa de reparación de los 8,5 millones de vehículos en la UE equipados por la multinacional alemana con el software fraudulento alcanza ya de media el 80%. Un porcentaje que esconde realidades muy distintas. Mientras en Alemania o Finlandia la tasa de vehículos reparados supera el 90%, en la República checa, las tres repúblicas bálticas, Croacia, Malta, Bulgaria, Polonia, Eslovaquia y Rumanía la cifra es mucho más pobre y no llega todavía al 50%. También es insuficiente en el caso de Francia, Bélgica, España, Hungría, Grecia, Reino Unido, Suecia e Italia donde la tasa de vehículos reparados oscila entre el 50 y el 75% de los vehículos. En el resto de países -Austria, Dinamarca, Portugal, Eslovenia, Holanda, Chipre y Luxemburgo- el porcentaje se sitúa entre el 75 y 90%.

El fabricante alemán se ha comprometido a seguir actualizando gratuitamente el software para generar confianza entre los consumidores hasta finales de 2020, pero tanto la Comisión como las autoridades nacionales lamentan que la empresa no haya dado “plenas” y “claras” garantías de que seguirá revisando de forma gratuita los vehículos en caso detectar problemas más allá de esa fecha. Bruselas anima de hecho a los consumidores afectados a ponerse en contacto con los concesionarios locales si tienen problemas y en caso de denegación de asistencia a presentar denuncias en los puntos de contacto nacionales de Volkswagen.

Análisis final

Así consta en las conclusiones del análisis elaborado por la Comisión Europea y las autoridades nacionales en relación al plan presentado por Volkswagen en septiembre de 2016. “Hemos trabajo duro para que Volkswagen sea más proactivo con los consumidores de la UE afectados por el escándalo del dieselgate, Pero eso es todo. Esto nos recuerda la necesidad de dotarnos de reglas estrictas a nivel individual, incluidas acciones colectivas”, ha recordado Jourová.

Bruselas presentó en abril la revisión de las normas de homologación para mejorar el arsenal de medidas contra escándalos como el dieselgate, con sanciones más duras y la posibilidad de recursos colectivos. Esto significa que a partir de 2020, Bruselas podrá pedir directamente la revisión de vehículos a escala europea e imponer sanciones administrativas a los fabricantes o a los servicios técnicos de hasta 30.000 euros por vehículo no conforme.