El presidente del Bundesbank y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), Jens Weidmann, ha criticado los riesgos de llevar al límite la interpretación de las nuevas reglas de disciplina fiscal y el impacto negativo de ser demasiado benevolente con países como España, Francia o Eslovenia, que han incumplido los objetivos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

"Se otorgaron periodos más largos de ajuste a países como España, Francia y Eslovenia respecto a lo contemplado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, cuando tal diferencia sólo debería hacerse en circunstancias excepcionales, ya que las exigencias estructurales de consolidación se ven debilitadas cuando se aplazan", indicó el banquero alemán en un discurso pronunciado en Berlín.

En este sentido, el presidente del Bundesbank, considerado como el principal representante de los 'halcones' del BCE, criticó que estas excepciones en el cumplimiento de los objetivos de déficit hayan sido aplicadas "de forma simultanea, lo que menoscaba el efecto disciplinante de las reglas fiscales".

Asimismo, Weidmann subrayó que la mera existencia de nuevas y más exigentes reglas "no es suficiente", puesto que estas reglas deben ser aplicadas, algo en lo que la Comisión Europea tiene una responsabilidad capital, ya que es a quien corresponde su interpretación.

"No pienso que sea apropiado empezar estirando al máximo la flexibilidad de las nuevas reglas", señaló el presidente del Bundesbank, quien recordó a los gobiernos que el Consejo del BCE "no puede resolver la crisis, sólo ganar algo de tiempo".

La Comisión Europea concedió el pasado mes de mayo a España una prórroga de dos años para cumplir el objetivo de reducir el déficit por debajo del umbral del 3% que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, al considerar que el Gobierno de Mariano Rajoy había cumplido los ajustes estructurales exigidos en 2012 y que la situación económica había empeorado.

Con esta relajación del déficit, los nuevos objetivos para España son del 6,5% para este año, el 5,8% en 2014, el 4,2% en 2015 y el 2,8% en 2016. Asimismo, Bruselas decidió relajar los objetivos de consolidación fiscal para otros países de la eurozona como Francia, Países Bajos, Eslovenia o Portugal.