La Caixa duplicará el presupuesto de la obra social que destinará a actividades asistenciales en el 2005. De los 255 millones de euros (42.428 millones de pesetas) de los beneficios del 2004 que ocupará en la actividad benéfica, 119 millones de euros --en el 2004 fueron 62 millones-- se emplearán en programas sociales, según anunció ayer el presidente de la entidad financiera, Ricard Fornesa.

Los nuevos programas supondrán una inversión suplementaria de 57,5 millones de euros. Pero no todos se realizarán desde el ámbito de la Fundación La Caixa, que preside Josep Vilarasau. La entidad ejecutará un 25% del presupuesto al margen de la fundación y el 75% restante, dentro de la estructura.

La dirección de La Caixa quiere que el peso de los programas asistenciales impulsados por la entidad sea cada vez mayor. Si en el 2005 alcanzarán el 46,6% del presupuesto, las previsiones son superar el 60,6% en el 2007, año en el que se prevé ocupar 325 millones de euros de los beneficios en la obra social. Fornesa explicó que La Caixa ha hecho una reforma de la obra benéfica para poder invertir "más fondos sociales". Como resultado, las áreas de ciencia y cultura bajarán su aportación porcentual, aunque no así el volumen de recursos invertidos.

Durante el 2005, destinará el 25% del resultado consolidado del año anterior a las actividades filantrópicas. De hecho, La Caixa es la primera entidad financiera española, tercera europea y decimocuarta del mundo en retorno social de sus beneficios.

La vivienda se mantendrá como uno de los programas sociales a los que destinará mayores recursos. Hasta el 2006, prevé construir 3.000 pisos para jóvenes menores de 30 años y ancianos mayores de 65 con dificultades para encontrar vivienda. Además, se identificarán otras seis nuevas áreas de actuación, según explicó el director general de la Fundación, Josep Francesc de Conrado.