El proceso para convertirse en un banco fundamentalmente digital en los próximos tres años es el objetivo primordial del plan estratégico de CaixaBank. La entidad espera que en el 2021, el 70% de sus clientes sean digitales fundamentalmente. Ese proceso acarreará un cambio radical de su estructura. El banco tiene 4.461 oficinas, pero intensificará el proceso de cierre de sucursales con una reducción de 821 en este periodo, hasta dejar la red en 3.640. Equivale al 18,4% de la red actual, y un 36% de las sucursales urbanas del banco, que es donde se concentrará la reestructuración en ese periodo, según explicaron el presidente y el consejero delegado de la entidad, Jordi Gual y Gonzalo Gortázar, respectivamente, durante la presentación del plan estratégico 2019-2021 presentado ayer en Londres.

La entidad también transformará otras sucursales a su modelo store, centros más grandes y digitalizados y más dirigidos al contacto con el cliente que a la realización de transacciones. Hoy tiene 281 de esas oficinas y quiere incrementarla de forma considerable, mientras que la actual trama de oficinas agrarias (Agrobank) se mantendrá como actualmente: un 11% de la red total. CaixaBank es la entidad con una mayor penetración de oficinas en el entorno rural, y según el plan estratégico, no modificará esa situación.

Ese proceso de transformación tendrá un coste en personal, que el banco no ha concretado. Pero recuerda que entre el 2011 y el 2018 ha habido más de 14.000 salidas de la entidad (también 6.000 entradas). En ese periodo, al menos 5.000 salidas estuvieron relacionas con la integración de otras entidades. «Esa situación no se produce en este momento, con lo que la proyección no será la misma», ha comentado el consejero delegado, lo que quiere decir que, con una plantilla de 32.700 empleados, las salidas estarán por debajo del 18% (7.000 trabajadores) que se produjo en el período anterior. «No podemos concretar cifras, Ahora comenzará la negociación con los sindicatos, en un proceso que siempre se ha resuelto satisfactoriamente para trabajadores y la entidad», ha precisado Gortázar.

CaixaBank se plantea concentrar y optimizar la red urbana, así como «flexibilizar las condiciones laborales para poder mantener la red rural». La entidad tiene 1.100 oficinas en poblaciones por debajo de 10.000 habitantes. Mantendrá esas oficinas, pero tendrá que negociar con los sindicatos posibles salidas en sucursales en las que no se puedan mantener la estructura. «Mantenemos las oficinas porque creemos en la inclusión financiera, pero la rentabilidad de muchas de esa ellas ha descendido», ha especificado Gortázar. El banco, además, intensificará el cambio de rol en la plantilla del banco, una tarea que afectará al final del plan a 9.000 empleados.

El cambio de estructura implica mejoras en casi todas las líneas de actividad. Destaca un crecimiento del 5% de los ingresos derivados del negocio bancario. En el crédito, se espera pasar de 223.000 millones a 227.000 millones en el 2021, un 4% más, impulsado, sobre todo, por el crédito de empresas. En los recursos de clientes, el saldo pasará de 364.000 a 410.000, un 1% más en especial el negocio de seguros.