Caixabank logró en los nueve primeros meses del año un beneficio de 1.488 millones de euros, el 53,4% más que en el mismo periodo del 2016, lo que supuso el mejor resultado de la historia del grupo en los tres primeros trimestres, gracias a la integración del banco portugués BPI.

Caixabank consiguió asimismo su mayor beneficio trimestral, con 649 millones entre julio y septiembre, el 48,7% más que en los tres meses anteriores, según informó la entidad, que recientemente ha trasladado su sede social y fiscal de Barcelona a Valencia debido a la crisis política en Cataluña.

Desde su integración, el pasado mes de febrero, BPI ha contribuido a los resultados del negocio de Caixabank con 180 millones de euros, de los que 103 corresponden al tercer trimestre del año. Hasta septiembre, el banco que preside Jordi Gual y cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar aumentó el 9,3% su margen bruto, hasta 6.491 millones de euros, debido en parte a la mayor generación de ingresos del negocio bancario (margen de intereses, comisiones e ingresos del negocio de seguros), que permiten compensar los menores resultados derivados de activos y pasivos financieros.

El margen de intereses creció más de un 15% interanual, hasta 3.550 millones, mientras los ingresos por comisiones alcanzaron los 1.867 millones de euros, el 20,8% más. Por su parte, el margen de explotación aumenta un 7,7%, hasta 3.039 millones. Los gastos de administración y amortización recurrentes se sitúan en el período en los 3.343 millones (+11,5%) y reflejan principalmente la incorporación de BPI, operación que ha supuesto este año unos costes extraordinarios de 109 millones.

No obstante, los dos acuerdos de prejubilaciones suscritos en 2017, aseguró Caixabank, supondrán un ahorro anual de 104 millones. A cierre del tercer trimestre, las ganancias/pérdidas por activos y pasivos financieros y otros se reducen hasta los 287 millones (-60 %) y los ingresos de la cartera de participadas aumentan un 11,7%, hasta 614 millones. Ello permite absorber el impacto de la venta del 2% de la participación de BPI en el angoleño BFA (-97 millones atribuidos) registrado en enero antes de la toma de control, y cambios de perímetro, según destacó Caixabank. Los recursos totales de clientes gestionados por el grupo financiero se sitúan en 350.014 millones, con un aumento del 15,2% en 2017 tras la incorporación de BPI (+11,5 %, 34.773 millones).

CAMBIO DE SEDE / La entidad ha instalado en Valencia su sede social y fiscal por la crisis política catalana, una decisión que no es temporal. Así de claro lo dejó ayer Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, en la presentación de resultados, que por primera vez en la historia de La Caixa se celebraron fuera de Barcelona, concretamente en la antigua sede del Banco de Valencia. «Si el consejo de administración hubiera querido decir que el traslado era temporal lo hubiera dicho y no dijo nada al respecto», sentenció Gortázar, haciendo referencia a la decisión del 7 de octubre. Además de los consejos de administración mensuales, el banco también celebrará en Valencia sus juntas generales.