El presidente de la asociación europea de cajas de ahorros, la European Savings Banks Group (ESBG), Chris de Noose, considera que cambiar la estructura jurídica de estas entidades y abrir la puerta a su cotización en los mercados bursátiles significaría el fin de las cajas, de su inversión en fines sociales y de un modelo de competencia que garantiza precios más bajos para los consumidores.

"Si cambiásemos la propiedad es posible que desaparecieran las cajas de ahorros y con ellas su obra social", afirma el belga De Noose en unas declaraciones a este diario. En países como el Reino Unido, donde no hay cajas de ahorros, el legislador tiene que obligar a los bancos a proporcionar a los clientes una serie de servicios mínimos, garantizando el acceso a la financiación y una presencia geográfica amplia. El caso de Italia es similar. "No hay competencia en Italia y es allí donde los precios son más altos, por eso ABN Amro, algunos bancos alemanes y el propio BBVA se plantean comprar entidades en aquel país. Los márgenes son suculentos", añade.

EXITO DEL MODELO ESPAÑOL El belga De Noose, que participó la semana pasada en el 9º Simposium Europeo de las Cajas de Ahorros, celebrado en Madrid, opina que, frente a los ejemplos de Italia y Reino Unido existe la historia de "éxito" de las cajas de ahorros en España, Francia y Alemania. A partir de modelos muy diferentes, las cajas se han convertido en piezas claves para el sistema financiero de estos tres países y cumplen su objetivo inicial de devolver a la sociedad parte de los beneficios obtenidos, explica De Noose. En España, las cajas son fundaciones privadas; en Francia, cooperativas; mientras que en Alemania, son entidades públicas.

Para la asociación europea de cajas, es "una falacia" el debate que plantean los grandes bancos cuando se quejan de no poder comprar cajas de ahorros y de que ello les impide consolidarse en el mercado financiero. El debate no es exclusivo de España, es una constante en los países europeos donde las cajas juegan un papel importante. "En Bruselas tenemos la sensación de que los bancos quieren unificar el sistema financiero. Pero en las cajas estamos convencidos de que el pluralismo financiero es necesario", afirma De Noose.

"En Europa hay muchísimas entidades privadas y ¿cuántas cotizan en bolsa? ¿el 1%? ¿el 3%? ¿el 5%? No mucho más. ¿Cuántas pueden ser compradas así de fácil como quieren los bancos?". De acuerdo con estos argumentos, no tiene mucho sentido --según De Noose-- exigir que las cajas coticen. Por otra parte --añade el financiero-- "nadie puede comprar si la otra parte no quiere vender, es obvio".

SECTORES INDUSTRIALES Otro punto polémico de la acción de las cajas es su presencia en sectores industriales. Para De Noose, el único límite es "controlar el riesgo, que los depósitos de los ahorradores estén seguros y no concentrar demasiado las participaciones". En relación a la situación en España, el presidente de la asociación europea consideró que las distintas cajas están invirtiendo en "empresas sólidas, como Endesa o Gas Natural", y no considera que "eso sea arriesgar mucho".

En relación a la remuneración que reciben los altos cargos de las cajas de ahorros, De Noose opina que debe ser "aceptable pero razonable" y eso depende "de la responsabilidad y del tamaño de la institución".