Las cajas de ahorros que necesitan reforzar su capital para cumplir con los nuevos criterios de solvencia ultimarán esta semana los planes de viabilidad que deben remitir al Banco de España antes del próximo 28 de marzo. El objetivo principal de esos planes es determinar la estrategia exacta que pretende seguir cada entidad para evitar, en la medida de lo posible, que el Estado entre en su accionariado. Aunque fuentes del sector financiero dan por hecho que en varios casos será "inevitable" debido a la desconfianza de los mercados y las dificultades para atraer capital privado en la actual coyuntura económica. Bankia, NovacaixaGalicia, Catalunya Caixa, Banco Base, Banca Cívica, Mare Nostrum, Unnim y Caja España-Duero son las cajas o alianzas de estas entidades que están por debajo de las nuevas exigencias de capital. En el caso de que ninguno de estos ocho grupos saliera a Bolsa o encontrara un inversor significativo, requerirían una inyección de 14.077 millones que el Estado aportaría a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). A esa cantidad habría que sumar 1.075 millones que son los que necesitan Barclays, Bankinter, Deutsche Bank y Bankpyme para seguir siendo solventes según los nuevos criterios impuestos por el Gobierno. Según el plan para reforzar la solvencia del sistema financiero español, las entidades cortas de capital pueden presentar, si lo desean, hasta cuatro planes de viabilidad al supervisor, para que éste elija el que considere más oportuno. Obviamente se entiende que las instituciones que más dificultades prevén para conseguir capital serán las que más opciones ofrezcan al Banco de España y son ésas las que más papeletas tienen para que el Estado les inyecte fondos. En el caso de Bankia, Banca Cívica y Mare Nostrum sus planes recogerán el calendario para salir a Bolsa o el compromiso de un inversor privado que pase a ser accionista de estos grupos, como podría suceder con el Banco Base, liderado por CAM y Cajastur. Caja España-Caja Duero podría desvelar si finalmente se une a la malagueña Unicaja u opta por otra opción, tras cerrar la negociación que mantenía hasta inicios de la semana pasada con Mare Nostrum. Pero hay dudas sobre qué opciones plantearán Unnim o Catalunya Caixa, después de que vayan a recibir más préstamos del FROB por haberlos tramitado antes de la aprobación los nuevos mínimos de solvencia, que sin embargo tampoco consiguen cumplir. Y por último, NovacaixaGalicia, la entidad fruto de la unión de las dos cajas gallegas, que necesita 2.622 millones y para la que según las fuentes financieras consultadas por Efe es "imposible" una salida a Bolsa. Este grupo, si quiere evitar la "nacionalización parcial" con una inyección del Estado, tendrá que convencer al Banco de España de que sus planes son creíbles y ofrecer alternativas que vayan desde la venta de participaciones empresariales o parte de la red de sucursales hasta la entrada de inversores privados.