Los cajeros automáticos deben informar desde hoy de forma obligatoria de las comisiones máximas que pueden aplicar en las extracciones de efectivo y deben permitir a los usuarios desistir de la operación si no están conformes con el cargo.A ello obliga la orden ministerial "sobre transparencia de los precios de los servicios bancarios prestados mediante cajeros automáticos" que hoy ha entrado en vigor, y que la mayoría de las entidades ya ha comenzado a aplicar en los últimos días.La nueva normativa establece que las entidades pueden colocar un cartel al lado del cajero, en lugar de un mensaje en la pantalla, para informar de la comisión exacta que cobran a los usuarios de sus propias tarjetas.En el resto de los casos, es decir, cuando la tarjeta no haya sido emitida por la entidad propietaria del cajero o no sea de la misma red --Euro 6000, 4B o Servired--, deberá aparecer en la pantalla la información sobre la comisión máxima y la red de comercialización en la que se está realizando la operación.Para cumplir estos dos últimos supuestos, la orden ministerial da otros seis meses de plazo a las entidades financieras, es decir hasta mayo próximo, aunque mientras tanto los cajeros tendrán que advertir al usuario que la operación que realiza puede tener un coste.Las entidades, además, tendrán que comunicar a sus clientes con una periodicidad, al menos mensual, las comisiones y otros gastos adicionales cobrados por las operaciones realizadas en cajeros automáticos.