El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, afirmó hoy que el dato del paro de 2007 "no es bueno", pero insistió en que es un "problema estructural" que se podrá superar y que "no empañan el excepcional comportamiento del empleo en la legislatura". Caldera se pronunció así en una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa después de que se conocieran hoy los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2007, que indica que el paro subió tres décimas frente al año anterior, hasta cerrar en el 8,6 por ciento, lo que supone 117.000 parados más, con un total de 1.927.600.

El ministro achacó los resultados "coyunturales" de la EPA a la reducción en la creación de empleo entre octubre y diciembre de 2007, que no pudo absorber el "importante" crecimiento de la población activa, lo que conllevó un aumento de desempleo. Insistió en que el dato del paro es "un bache", y apuntó que, desde el Ejecutivo, "sabíamos que esto podía llegar dada la situación internacional y la crisis financiera en Estados Unidos, y al impacto que está teniendo en las economías europeas y en la española".

No obstante, insistió en la solidez de la economía española y señaló que el empleo crecerá durante 2008, lo que, junto al propio crecimiento económico, permitirá absorber el "coyuntural" dato de desempleo conocido hoy. Durante su intervención recordó que el dato del paro de 2007 es mejor que el registrado cuando el Gobierno llegó al poder, (11,5 por ciento), lo que supone una caída de casi 3 puntos en el desempleo.

También apuntó que en 2007 se crearon 475.000 nuevos puestos de trabajo y que la actual legislatura ha sido "la mejor" en materia de empleo de la historia, durante la que han creado 2,9 millones de empleos. Indicó que "uno de los pocos buenos datos" de la EPA es la reducción de la tasa de precariedad, que ha caído un punto, lo que supone 170.000 personas con contratos temporales menos y 177.000 más con contrato fijo.

También se refirió a la tasa de temporalidad, que se redujo casi un punto al pasar del 31 por ciento al 30,9 por ciento y supone la mayor caída desde 1990. En este sentido, recordó que la temporalidad, desde la entrada en vigor de la última reforma laboral, hace año y medio, ha caído 3,5 puntos, lo que "seguramente", según Caldera, significa que en los próximos años se irá reduciendo. De hecho, confió en que ya durante 2008 España pueda acercarse a las tasas de temporalidad de otros países europeos.

La situación se repite

El ministro recordó que el paro subió en España en otras ocasiones, como en el primer trimestre de 2001, en que tuvo un alza de casi un punto. Esto supone, para Caldera, que España ya ha pasado "por estas situaciones" y ha conseguido recuperarse, por lo que afirmó que los datos de la última EPA "no deben llevarnos a la alarma ni a una excesiva preocupación".

Caldera reconoció que los sectores de la construcción y los servicios (fundamentalmente los relacionados con la construcción) fueron los que protagonizaron el aumento del desempleo, aunque indicó que esto era "algo esperado". Concretamente, afirmó que ambos sectores sufrieron una pérdida de 74.000 empleos, mientras que la industria y la agricultura generaron casi 40.600 puestos de trabajo.

Preguntado sobre si los resultados de la EPA podrán influir en las próximas elecciones, Caldera indicó que "no debe ser así" porque "la inmensa mayoría de los españoles" mantiene su empleo, que cada vez es "más estable" y recordó que todas las personas con convenio colectivo vieron aumentar su poder adquisitivo en 2007. Así, indicó que lo "lógico" es el "comportamiento" de los ciudadanos se relacione con los principios de un Gobierno que garantiza "la libertad" y "la protección social". Por lo tanto, confió en que estos sean "los elementos esenciales de la campaña" y del voto, y no una "situación coyuntural".