El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, aseguró ayer que los contactos que el Gobierno ha mantenido con la Comisión Europea permiten ser optimistas con la viabilidad de los astilleros de Izar, pero admitió la posibilidad de acometer "ajustes de capacidad" que garanticen la actividad.

Caldera, que responsabilizó al anterior Ejecutivo del PP de "mirar hacia otro lado" durante su mandato a pesar de ser consciente del conflicto, recalcó, en un acto sindical en Huesca, que el Gobierno garantizará la viabilidad de los astilleros y precisó que, "aunque haya que hacer un ajuste de capacidad, no dejaremos de la mano a ningún trabajador del grupo".

Por su parte, el secretario general de la UGT, Cándido Méndez, destacó, en el mismo acto sindical en Huesca, el cambio de actitud de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en las negociaciones sobre el futuro de los astilleros de Izar. Méndez admitió, no obstante, que la intervención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, había alimentado las expectativas de una resolución del conflicto favorable.

PROTESTA NUMEROSA En Ferrol, cerca de 40.000 personas, según los sindicatos convocantes, se manifestaron ayer para que se garantice el futuro de los astilleros de la comarca y en contra de los planes de la SEPI para Izar. La protesta, convocada por las plataformas sindicales CCOO, UGT y CIG, transcurrió sin incidentes, aunque en el momento en el que se disolvía la protesta, el teniente de alcalde de Ferrol, Juan Fernández, y su familia, fueron agredidos con huevos que les lanzaron los manifestantes.