Las políticas sociales marcarán la agenda del gobierno que lidera Pedro Sánchez, pero España no se olvidará durante esta nueva etapa de la estabilidad presupuestaria. Es el mensaje que la ministra de economía, Nadia Calviño, ha trasladado este jueves a sus colegas de la zona euro durante su estreno en la reunión del Eurogrupo.

“Es necesario que sigamos en una senda de estabilidad presupuestaria que nos permita garantizar la estabilidad a corto, medio y largo plazo de la economía española” pero “conjugar todo esto con un modelo de crecimiento más inclusivo”, ha defendido. “No podemos tener un crecimiento económicos sostenible desde el punto de vista social si no es inclusivo. Por eso creo que la agenda social y de estabilidad presupuestaria tienen que ir mano a mano”, ha añadido.

En sus últimas previsiones, la Comisión Europea ya avisó al Gobierno español que el agujero presupuestario se disparará este año al 2,6%, e incluso al 2,7% si se suma el aumento de las pensiones y del salario de los funcionarios. Calviño ha insistido que no ve motivos para modificar la senda fiscal marcada en el borrador de presupuestos de 2018 por el anterior gobierno del PP, que fija un objetivo de déficit del 2,2% del PIB, y ha indicado que la ministra de hacienda, María Jesús Montero, trabaja “día y noche” para ver cómo evoluciona la ejecución presupuestaria. “No tengo ninguna razón para cambiar ese objetivo como tal”, ha explicado.

Es más, Calviño ha optado por poner el acento en que el gran objetivo es bajar el límite del 3% que fija el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. “El Gobierno de España tiene una senda de reducción del déficit público y la perspectiva que tenemos es salir del brazo correctivo este año porque tengamos un déficit público claramente por debajo del 3%”, ha incidido.

Presupuesto de la Eurozona

Además de las prioridades económicas del nuevo Gobierno español, el Eurogrupo también tiene previsto escuchar el plan económico del nuevo Gobierno italiano y la propuesta del eje franco-alemán para reformar la Eurozona que incluye un presupuesto para ayudar a los países en problemas, uno de los asuntos que tratarán los Jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre de la Eurozona de la próxima semana y que genera divisiones en la UE.

Holanda ya ha dicho que no son partidarios de este presupuesto. Para otros como el ministro galo, Bruno Le Maire, hubiera permitido a países como España salir antes de la crisis. “A Estados que han sido golpeados duro, por ejemplo España, que ha tardado años y hecho sacrificios para recuperar la competitividad, les habría permitido salir más rápido de la crisis", ha asegurado junto a su colega alemán, Olaf Scholz.

El plan franco-alemán no entra en detalles claves, como el volumen que tendrá este presupuesto o quien los financiará. Aún así, Calviño ha acogido el acuerdo con optimismo -es una "base sólida", ha dicho- y ha subrayado que lo importante ahora “no es discutir el tamaño” sino dotar a la zona euro “de los instrumentos suficientes” para seguir creciendo de forma sólida.