La CAM se convirtió ayer en la primera caja de ahorros española en cotizar en el mercado de valores. Un hito histórico que, sin embargo, no convenció a los inversores. Las cuotas participativas de la entidad levantina --similares a las acciones en derechos económicos, pero sin capacidad de voto ni representación-- tuvieron un estreno discreto en las bolsas de Madrid y Valencia.

Los títulos, que salieron a un precio de 5,84 euros, llegaron a caer el 5,65%, pero remontaron a última hora y cerraron planos. Fue uno de los pocos valores del mercado continuo que no acabó en positivo en una jornada de tono alcista, en la que el selectivo Ibex 35 se apuntó una revalorización del 2,8%.

Los responsables de la caja restaron importancia a la cotización de los títulos. "No somos un valor especulativo. Somos una caja de ahorros, eso lo define todo: vamos a un ritmo tranquilo. Nos gustaría que la cotización lo reflejase, hay inversores a los que les gusta eso", afirmó su secretario general, José Pina.

CAMINO ABIERTO Los directivos destacaron que su salto al mercado abre el camino a otras cajas para acudir a la bolsa a reforzar su estructura de capital. Su director general, Roberto López Abad, reconoció haber consultado con el sector la operación y aseguró haber recibido un "apoyo grandísimo". Muchas de estas entidades, aseveró, tienen la intención de seguir el camino abierto por la CAM. Desveló que entre 10 y 15 cajas han comprado cuotas y que la entidad levantina ha tenido que limitar su presencia para no ser excesiva. Unos 43.000 clientes se han hecho cuota partícipes.