La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) anunció ayer que el 23 de julio saldrá a bolsa con la primera emisión en España de cuotas participativas. Pese a las condiciones adversas, la cuarta caja del país no alberga dudas sobre el éxito de la operación. "Somos capaces de buscar financiación y conseguirla: estamos en condiciones de exhibirnos", justifica Roberto López Abad, su director general.

La caja levantina prevé captar unos 300 millones de euros mediante la colocación de estos títulos --parecidos a las acciones en derechos económicos, pero sin capacidad de voto ni representación-- por un valor equivalente al 7,5% de su excedente de libre disposición (algo similar a los beneficios finales).

El consejo estaba autorizado a sacar al mercado hasta el 20%, pero ha optado por un porcentaje menor ante las condiciones del mercado. "No necesitábamos más, los crecimientos no serán tan importantes en los próximos años", justifica López Abad.

La decisión de realizar la colocación ahora, pese a que el consejo tenía tres años de plazo, también ha despertado dudas sobre sus necesidades de capital. "Más que el dinero, lo que nos importa es estar presentes en el mercado: vamos a tener la ventana abierta para poder agregar capital cuando lo consideremos conveniente", mantiene.

EN NEGATIVO El año pasado se registró un récord de salidas a bolsa (11), y el 2008 va camino de marcar otro hito, pero negativo. En lo que va de ejercicio no se ha producido ni una salida al parquet y se han pospuesto algunas que parecían inminentes, como la de los hóldings de Bancaja y la Caja de Navarra.