Los autores y la industria del disco están encantados con este nuevo canal de ventas que, como una tienda de discos física o de internet, puede llegar a todos los públicos y a todas las sensibilidades musicales. Cada descarga de una versión polifónica de una canción genera ingresos a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y cada descarga de un MP3 llena las arcas de la SGAE y las de las discográficas. "Además de ser una nueva fuente de ingresos, les ayudamos a promocionar los discos", dice Miguel Gago, de la alemana Jamba. "Ahora", explica, "arrasamos con los tonos de Robbie Williams". Hace ya un par de años que se comercializan más polifónicos a móviles que discos sencillos.