El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, mostró ayer su confianza en que esta semana se llegue a un acuerdo "final" sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC), aunque aseguró no tener prisa, ya que quiere un acuerdo "equilibrado" y "no a cualquier precio".

En una rueda de prensa en Jerez de la Frontera (Cádiz), declaró que se siente "muy orgulloso" de haber impulsado el diálogo con todos los países de la UE, en especial con Francia, para conformar mayorías que permitieron que el comisario europeo, Franz Fishcler, "flexibilizara" su posición.

Recordó que durante seis meses la Comisión Europea "no ha movido una ficha" y ha mantenido el desacoplamiento total de las ayudas, "pero gracias a las estrategias de ir acompañados, en este momento, tenemos el desacoplamiento parcial".

Indicó que la discusión se centra ahora en si habrá o no más cohesión, es decir, criterios de distribución de las ayudas al desarrollo rural más favorables para los países menos desarrollados.

Reconoció que las negociaciones de la PAC son "complejas y difíciles", aunque insistió en que espera que esta semana "aproximaremos posiciones" gracias a la "flexibilidad" de la Comisión.

Arias Cañete ensalzó la postura mantenida por el Gobierno español, que tras analizar el impacto de la reforma, que era negativo en cereales --podría provocar el abandono de 1,5 millones de hectáreas--, ovino --abandono del 22% de explotaciones-- y en vacuno, puso en marcha una estrategia que "nos decía que no podíamos permitir el desacoplamiento total".

EL PRIMERO EN RECHAZARLA

Recordó que él fue el primer ministro europeo que se opuso y "con alegría puedo decir que no hay desacoplamiento total en ningún sector", por lo que el riesgo de abandono, que definió como "lo más grave" de la reforma de la PAC, ya no existe.

En relación con las organizaciones comunes de mercado, estimó que hay avances "muy importantes" en el arroz, trigo duro y forrajes desecados, aunque reconoció que queda por "rematar" las ayudas a los frutos secos, que bajo su punto de vista, son "insuficientes" y suponen el "mayor escollo" de la negociación.

El ministro también indicó que estas negociaciones, que continuarán el miércoles en Luxemburgo, se enmarcan en otras más importantes, las de la Organización Mundial de Comercio --en septiembre en Cancún (México)--, donde se fijarán los porcentajes máximos de ayudas vinculadas a la producción de todo el mundo, y "la oferta comunitaria es que hay que reducirlas como mínimo en un 50% y eso obliga al desacoplamiento, aunque alguna organización no se ha dado en cuenta de que España está en la UE y en el mundo".