Las exigencias de capital mínimo a los bancos tendrán en cuenta las pérdidas inesperadas. Las nuevas normas contables que estudia el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea dejarían fuera los quebrantos previstos, que requerirán aprovisionamientos.

El comité, presidido por el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, concluyó ayer en Madrid una reunión de dos días en la que se acordó estudiar, en los próximos meses, la diferenciación de las pérdidas esperadas y las inesperadas, con vistas a la fijación de las nuevas exigencias de capital.

MARCO CONSISTENTE

Los miembros del comité explicaron que el segundo acuerdo de Basilea pretende que los bancos tengan capital suficiente para hacer frente a las pérdidas previstas e imprevistas. No obstante, consideran que la diferenciación del tratamiento de los quebrantos dentro de los ratios internos de las entidades podría asegurar un "marco más consistente". De todos modos, el comité escuchará hasta final de año las opiniones de todas las partes.

La reunión de ayer sirvió para confirmar la voluntad de concluir el importante acuerdo a mediados del año que viene, con el fin de que entre en vigor en el 2006.

El pacto de Basilea quiere garantizar una mayor transparencia bancaria a través de los requerimientos mínimos de capital, la supervisión de la adecuación de capital y la disciplina de mercado.

CRITICAS DE EEUU

Algunos reguladores financieros, sobre todo de EEUU, han criticado el borrador del acuerdo por considerar que sus parámetros para calcular determinados riesgos elevan excesivamente las exigencias de provisiones de capital. El comité de supervisión insiste en que lo que se persigue es poner más énfasis en la gestión del riesgo y fomentar mejoras continuas para evaluar los riesgos.