Los sindicatos siguen esgrimiendo motivos para atacar la política económica del Gobierno y justificar la huelga general del 29 de septiembre. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, afirmó ayer que el "esperpéntico" debate abierto sobre el periodo en que los parados pueden rechazar cursos de formación --se va a reducir de 100 a 30 días-- es una "cortina de humo" para ocultar que las prestaciones por desempleo van a bajar.

El líder sindical expuso que 744.286 desempleados se quedarán sin ningún tipo de prestación a lo largo de este año. Además, ha afeado a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que les inste a formarse y buscar trabajo sin ofrecerles ni herramientas ni maneras de lograrlo.

Los sindicatos quieren caldear el ambiente social cara a la cada vez más cercana huelga general. Algunas encuestas pronostican una baja participación, que Manuel Fernández Lito , secretario general de la federación de metal, construcción y afines de UGT, achacó ayer a la "falta de información".

El dirigente sindical, sin embargo, se mostró convencido de que la protesta no será un fracaso, ya que, aseguró, los representantes de los trabajadores van a hacer un gran esfuerzo de movilización en los próximos días. "No puede haber dudas ni titubeos", defendió.

Pese a que existen serias dudas sobre ello por la presión internacional, aseguró que cabe la posibilidad de que el Ejecutivo cambie algunos aspectos de la reforma laboral si la convocatoria obtiene un seguimiento mayoritario. "No conozco ningún Gobierno que se mantenga intransigente después de una huelga exitosa", aseveró.

También para dar ánimos ante las dudas, los secretarios de acción sindical de UGT y CCOO, Toni Ferrer y Ramón Gorriz, se mostraron convencidos de que los sindicatos lograrán "parar el país".