Los sindicatos UGT y CCOO han expresado una oposición "tajante" a la intención de la dirección de Iveco España de presentar un expediente de regulación de empleo (ERE), con el que pretende despedir a 1.000 de los 2.904 empleados del centro de trabajo de Madrid. Iveco España, perteneciente al grupo italiano Fiat, ya llevaba a cabo un ERE suspensivo para los centros de Madrid y Valladolid durante 65 días laborables.

UGT acusó a la empresa de generar "alarmismo social y laboral" y le advirtió de que las medidas deben abordarse desde la negociación y con los mecanismos de flexibilidad del sector. UGT se mostró, no obstante, abierto al diálogo y dispuesto a buscar soluciones a las diversas situaciones de las fábricas automovilísticas ante la crisis.

CCOO pidió alternativas a los despidos mediante la apertura de un proceso negociador con la dirección de Iveco. La central instó a la dirección de la fábrica, al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y a la Comunidad de Madrid a implicarse en el proceso, que podría reducir la plantilla en una tercera parte. CCOO consideró "desproporcionada" la medida.

Iveco España produce vehículos pesados de carreteras y obras en la planta de Madrid. Tiene una plantilla de 4.472 trabajadores en sus tres centros de trabajo: Madrid, Valladolid (fabrica vehículos comerciales ligeros), y Barcelona (produce autobuses).