LA PRUEBA

El escándalo del fraude fiscal de Liechtenstein se destapó hace dos meses, cuando el servicio de inteligencia alemán compró a un exempleado del banco LGT, Heinrich Kieber, un cederrón con una lista de cuentas opacas. Había nombres de ejecutivos, artistas y deportistas. Se vio afectado el expresidente de los correos alemanes, Klaus Zumwinkel. Luego se supo que había contribuyentes de otros países.

LOS IMPLICADOS

Se habla de más de un millar de implicados en Alemania; 200 en Francia; 400 en Italia y un centenar en EEUU. La cifra inicial de un centenar que se manejaba para España ha sido rebasada (198 presuntos delincuentes fiscales, sin contar los contribuyentes que han regularizado de forma voluntaria). El Gobierno francés ha cifrado en unos 1.000 millones de euros el importe defraudado por unos 200 franceses.

LA INICIATIVA

Alemania, España, Australia, Canadá, Francia, Italia, Nueva Zelanda, Suecia, Reino Unidos y EEUU, entre otros, han trabajado de manera coordinada. Los ministros de Economía y Finanzas de la mayor parte de los países de la UE han acordaron revisar la actual directiva sobre tributación del ahorro para corregir las carencias que permiten evasiones multimillonarias como la de este caso. La iniciativa es rechazada por Luxemburgo y Austria.