La economía china sigue creciendo a ritmos elevados, ajena a las medidas de enfriamiento adoptadas por el Gobierno en abril. Todo hace pensar que el Ejecutivo tendrá que aplicar otro plan de choque. La Academia de Ciencias Sociales china ha vaticinado que el país crecerá el 9,4% este año --por encima de la previsión inicial del 7,2% y de la nueva tasa del 9% estimada por el Gobierno hace menos de un mes-- y el 8,9% en el 2005. La noticia, difundida en un acto público en Pekín, fue publicada ayer por el China Daily.

"Si no hay acontecimientos internacionales, desastres naturales o problemas domésticos que lo impidan, la economía de este país es capaz de mantener una tasa de crecimiento superior al 8% en el 2005 debido a las medidas de control macroeconómico del Gobierno", ha asegurado Wang Tongsan, economista de la Academia, institución adscrita al Consejo de Estado.

TIPOS DE INTERES La noticia de un mayor crecimiento alimenta la expectativa de una posible subida de los tipos de interés por primera vez en nueve años. La inflación ha alcanzado en julio y agosto un máximo del 5,3%, actual tasa de interés de los depósitos bancarios. El Banco Central chino anunció a primeros de año que si la inflación superaba el 5%, los tipos de interés podrían ser revisados. Los intereses de préstamos son casi de cero.

"La subida de los precios tiene un impacto muy negativo en el nivel de vida, especialmente en el medio rural, por lo que el Gobierno debería subir los tipos de interés para luchar contra la inflación e incrementar la confianza de los ciudadanos", afirmó el economista del Centro de Información Estatal Qi Jingmei.

El Gobierno confía en que la inflación se moderará a final de año, pero el intenso crecimiento introduce dudas. En abril, el Gobierno endureció la financiación de los tres sectores considerados recalentados: el hierro, el acero y el cemento. El crecimiento pasó del 9,8% del primer trimestre, al 9,6% en el segundo. Pero las expectativas son altas.