Un primer paso. Eso es lo que fue la revaluación del yuan y su desvinculación del dólar decidida el jueves, según dijo ayer el presidente del Banco Central de China, Zhou Xiaochuan.

En su primera comparecencia pública tras la decisión de política monetaria, en una entrevista en la televisión estatal, Zhou afirmó que las autoridades han llevado a cabo "un ajuste inicial del 2% en el tipo de cambio" del yuan. Agregó que el banco central adoptará una reforma gradual de la política cambiaria.

El gobernador admitió que la medida del pasado jueves permitirá corregir los desequilibrios comerciales a escala mundial, pero que no tendrá un gran impacto en el déficit exterior de EEUU. Washington presionó mucho para que Pekín aumentar el valor de su moneda.

CESTA DE DIVISAS "Tras la modificación del tipo de cambio, las compañías exportadoras aumentarán probablemente sus precios. Eso puede ayudar a corregir los desequilibrios en el comercio mundial de forma ordenada". Zhou aseguró que las autoridades chinas no llevaron a cabo esta medida de política cambiaria por presiones externas, especialmente de EEUU, sino porque promoverá el crecimiento y la estabilidad de la economía del país a largo plazo.

Las autoridades chinas revaluaron el pasado jueves un 2,1% el yuan y a la vez lo desvincularon del dólar, al que estaba ligado a un cambio fijo desde hacía una década. El nuevo sistema, en cambio, liga la moneda china a una cesta de divisas.

La cotización del yuan, que comenzó en su primer día de cotización con el nuevo sistema en 8,11 dólares, acabó la jornada en 8,1111, bajo la estrecha vigilancia del banco central del país. Durante la etapa de vinculación con el dólar se mantenía a 8,28.

Pekín rechaza una revaluación del 5%, como esperaban algunos expertos. En su opinión, un avance de este tipo abarataría las importaciones, afectaría a las compañías nacionales y dispararía la inflación, que en junio pasado se situó en el 1,6%, el nivel más bajo desde septiembre del 2003. Otro de los efectos nocivos de una revaluación excesiva se centraría en el crecimiento, que se vería reducido en 1,4 puntos porcentuales, según declaraciones de autoridades chinas a la prensa. El producto interior bruto (PIB) del país creció un 9,5% en el segundo trimestre.

El gobernador del banco central chino dijo que decidieron desvincular su moneda del dólar porque la divisa de EEUU mantiene desde hace tiempo una evolución muy volátil. Esa evolución está relacionada, recordó, con problemas como un enorme déficit fiscal y comercial.

"La revaluación de la moneda ayudará al déficit comercial de EEUU, pero el efecto será extremadamente pequeño porque la economía estadounidense es enorme", dijo. En este punto coincidió con las valoraciones que ya realizó el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Alan Greenspan, tras decidir Pekín su cambio de política cambiaria.

El déficit comercial es de 617.600 millones de dólares (510.413 millones de euros --84,9 billones de pesetas--), que es una cifra récord. De esta suma, el déficit bilateral con China es de 133.884 millones de euros.

En este marco, el país asiático anunció subidas de precios de las gasolinas. Según la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma, la subida busca "garantizar el abastecimiento doméstico y mejorar la eficiencia energética". China es el segundo mayor importador de crudo --tras Japón-- y el segundo mayor consumidor, después de Estados Unidos y su creciente demanda es, según los analistas, una de las principales causas del alto precio del petróleo.