El banco central de China amplió ayer al 3,0%, desde el 1,5%, la banda diaria de operaciones permitida para el yuan contra otras monedas, a excepción del dólar. Esta medida es parte de una serie de reformas dirigidas a flexibilizar aún más el mercado cambiario chino, tras la histórica revaluación del yuan que dispuso Pekín el 21 de julio, del 2,1%, tras dos décadas de paridad con el dólar.

El banco central afirma que los bancos, en las transacciones con sus clientes, podrán fijar sus propios márgenes de compra y venta en las operaciones del yuan frente a otras monedas, excepto el dólar, siempre dentro del rango autorizado.

Este anuncio se produjo poco antes de empezar la reunión del G-7 en Washington, durante la cual los países occidentales debían abordar la flexibilización del cambio de la moneda china.