La crisis está golpeando, de lleno, al mercado automovilístico estadounidense. Los coches se venden con cuentagotas (se prevé una caída de las ventas del 30% este año) y las grandes compañías se ven obligadas a mover ficha: General Motors (GM) y Chrysler han iniciado conversaciones para una posible fusión.

Los contactos se encuentran en fase muy preliminar, según fuentes cercanas a los mismos, ya que se trataría de una operación de gran complejidad: culturas empresariales distintas, la racionalización de las gamas de vehículos y la red de distribución para no duplicar esfuerzos... "Cuando empezamos a entrar en estas consideraciones, todo se vuelve más complicado", aseguraron las mismas fuentes, por lo que el debate podría durar bastante tiempo.

En caso de que la fusión prospere, permitiría a GM salvar su liderazgo mundial. De no ser así, este año Toyota se convertirá en la firma que más unidades venda en todo el mundo.

Además, el fondo de inversión Cerberus Capital, propietario de Chrysler, también está en conversaciones con Renault para la venta de una participación de la compañía. Al parecer, la empresa francesa estaría interesada en adquirir la firma Jeep, considerada la marca más valorada del grupo estadounidense, dentro de su estrategia de expansión internacional.