El Círculo de Economía, probablemente el lobi de opinión más importante de España, da a conocer hoy un documento muy duro en el que responsabiliza a los políticos de la intensidad con que se manifiesta la crisis económica en el país.

La opinión de actualidad, como se califican estos papeles en el seno de la institución, ha sido debatida durante semanas por la junta directiva para conseguir que, a pesar de su crudeza, sea suficientemente razonable como para que nadie, y en especial el Gobierno, al que se atribuye la máxima responsabilidad por razones obvias, se sienta atacado de una forma directa, o al menos única. La junta estuvo discutiendo los últimos detalles del texto hasta anoche mismo. En los medios empresariales y académicos se esperaba el texto con gran expectación.

Los miembros del Círculo entienden que a una crisis financiera como el mundo no había conocido en los últimos 70 años, se suma en el caso español un problema muy profundo de modelo económico parcialmente obsoleto y una crisis institucional provocada directamente por la acción de los políticos. La dinámica española hace difícil ponerse de acuerdo en qué hacer, lo que imposibilita la salida.

SIN TEMOR Por eso entienden que si el Gobierno no consigue el consenso del resto de las fuerzas políticas, debería actuar en solitario acometiendo las reformas más urgentes sin dejarse llevar por temor a las repercusiones electorales que puedan acarrear. En el fondo de esta crítica a la inacción del Gobierno subyace el retraso de José Luis Rodríguez Zapatero en el reconocimiento de la gravedad de la crisis y al populismo y la ineficacia de algunas de sus decisiones.

Esas reformas no solo son económicas, sino también políticas. Entre las primeras figura la modificación de algunos aspectos de la legislación laboral, lo que no equivale a un planteamiento paralelo al que hace la patronal CEOE cuando reclama un cambio en profundidad centrado en el coste del despido, sino más enfocado a satisfacer las necesidades de flexibilidad de las empresas en todos los ámbitos, incluido el de sus propias plantillas. Pero también se tienen que acometer otras referidas a la ciencia y a las infraestructuras. La articulación definitiva del Estado de las autonomías y la financiación de los partidos son otras de las dos grandes asignaturas pendientes.

Los 21 miembros de la junta del Círculo han estado debatiendo durante días los términos exactos de su documento con el objetivo de consensuar todas las sensibilidades representadas en el seno de su junta, que van desde personas cercanas al PP hasta el PSOE, pasando por CiU.

Los planteamientos iniciales del papel son obra del notario Juan José López Burniol, un convencido de que los males que aquejan a España en estos momentos son prácticamente los mismos de los años 30 del siglo pasado: una política elusiva que se resiste a practicar los cambios que tanto la población como los acontecimientos reclaman a gritos. El texto definitivo es algo más suave que su original.

SENSACION NEGATIVA Poco después de las generales del marzo del 2008, el Círculo ya emitió un documento que empezaba diciendo que "cada vez está mas extendida entre la opinión pública española la sensación de que los partidos políticos crean más problemas que resuelven". En ese informe, hablaba de la necesidad de afrontar la crisis con un pacto entre los partidos. Y sugería siete ámbitos de actuación prioritaria: agua y energía, educación, forma del Estado, inmigración, justicia, política exterior y terrorismo y seguridad. En julio del año pasado, el Círculo subrayó el desconcierto de buena parte de la población ante la crisis y que no se podía superar negando su gravedad.