La fiscalía de Nueva York y la Comisión de Valores de Estados Unidos anunciaron ayer un acuerdo con el Citigroup --el mayor banco estadounidense en activos-- para poner fin a las acusaciones de prácticas fraudulentas en el mercado de instrumentos de deuda a largo plazo con tipos de interés subastables (ARS en sus siglas en inglés). Según el acuerdo, que contempla que el emporio bancario no admite haber actuado mal, Citigroup recomprará a sus inversores este tipo de activos por valor de unos 4.500 millones de euros, además de pagar otros 65 millones de euros como multa a las autoridades. La medida es un nuevo golpe para Citigroup, que ha sido duramente golpeado por la crisis financiera.