La denuncia de la Comisión Europea de que la banda ancha española es un 20% más cara que la europea sigue trayendo cola. El ministro de Industria, Joan Clos, anunció ayer que ha encargado a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones que estudie el precio real del servicio para que los consumidores estén bien informados.

Industria pretende reunir todos estos datos y ponerlos a disposición del público. Ya lo hace, por ejemplo, con los precios de los combustibles en las distintas gasolineras, que ofrece en su web. El problema, según Industria, es que es difícil organizar y comparar los precios de la banda ancha. Al igual que ocurre con el mercado de telefonía móvil, hay todo tipo de ofertas y descuentos que complican el análisis, defendieron.

Pese a que la semana pasada altos cargos de su ministerio criticaron las acusaciones de Bruselas, Clos admitió ayer de forma implícita que pueden tener algo de verdad. "Hay un compromiso firme del Gobierno que continuaremos manteniendo hasta conseguir que tengamos unos precios que estén a la altura de los mejores del mundo".