La Comisión Nacional de Energía propuso ayer al Gobierno que la tarifa eléctrica suba el próximo julio el 11,3%. De confirmarse, sería un alza histórica, que rompería con muchos años en que la factura de la luz ha estado prácticamente congelada. Fuentes del Ministerio de Industria resaltaron, con todo, que el responsable de este departamento, Miguel Sebastián, se ha comprometido a aprobar un aumento "razonado y razonable".

La propuesta no se refiere al total de la tarifa, sino solo a los costes de generación de la electricidad, que suponen en torno al 75% del precio regulado, según la patronal Unesa. La CNE no revisará el resto de los costes hasta final de año. De haberlo hecho ahora, el alza podría haber sido del 20% al 30%.

El problema de fondo es que los precios regulados de la electricidad no cubren todos los costes de producción de las empresas, lo que genera un desfase que se paga con alzas adicionales de la tarifa durante los años siguientes. Desde hace tiempo las subidas son insuficientes, con lo que el déficit acumulado ronda los 12.000 millones de euros.

La CNE estrenó ayer la responsabilidad de proponer al Ejecutivo la revisión trimestral de la tarifa, ya que hasta ahora se limitaba a evaluar a posteriori las aprobadas por Industria. El organismo ha querido aprovechar para dejar clara su oposición al sistema de déficit tarifario, heredado del PP, y lanzar un aviso de cara a las próximas revisiones.

TRASLADAR LAS SUBIDAS "Esta Comisión defiende que el consumidor tenga, en el momento de consumir, la señal de precio real del servicio y el bien que está utilizando, que sea él quién decida cómo optimiza su función de bienestar con toda la información disponible y que no se trasladen los costes que se producen en el momento del consumo a ejercicios futuros", dijo la CNE.

El mensaje coincidía con el lanzado por el vicepresidente económico, Pedro Solbes, quien apostó por recortar la brecha "de forma progresiva" pese a los "problemas con la inflación" que pueda generar. Sin embargo, no todos los consejeros de la CNE estuvieron de acuerdo. La propuesta fue rechazada por Luis Albentosa (propuesto por el PSOE) y por Fernando Martí y Javier Peón (cercanos al PP).

Fuentes de Unesa aplaudieron que el alza propuesta por el regulador "rompa la tendencia a la congelación" de la tarifa, pero se mostraron cautas, a la espera de la decisión final del Gobierno. Apuntaron, además, que sería necesario un aumento mayor para acabar con el déficit, de alrededor de un 18% para los usuarios domésticos. Los consumidores, en cambio, consideran "disparatada" el alza del 11,3%.

La CNE ha calculado un coste de generación de 66,14 euros por megavatio, frente a los 53,67 de enero. Según sus cálculos, se generará un déficit de 2.750 millones de abril a septiembre.