Los servicios técnicos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) consideraron que la oferta de compra (OPA) de Gas Natural sobre Iberdrola no presentaba riesgos ni para la solvencia del nuevo grupo ni para la calidad de los servicios, según su propuesta de resolución del 25 de abril.

El texto, con el membrete de la dirección de Regulación y Competencia de la CNE, se inclinaba por autorizar la OPA con condiciones, como el compromiso de mantener las inversiones previstas por ambas firmas entre el 2003 y el 2006 y un tope de deuda del 55% sobre los fondos propios. Gas Natural ya se había comprometido a cumplirlas a la vista de resoluciones anteriores.

La resolución del consejo de la CNE no hizo referencia a estos informes y vetó el 29 de abril la operación con los votos de los seis vocales del PP. El fallo se apoyó en un supuesto "riesgo significativo" en las actividades reguladas (distribución y transporte de gas y electricidad), sin entrar ni siquiera en la posibilidad de autorizar la OPA con condiciones, como acostumbra a hacer.

La propuesta técnica estaba apoyada por informes de las direcciones de Gas y de Energía Eléctrica de la propia CNE que minimizaban los riesgos de no inversión en actividades reguladas. Este riesgo, en cambio, fue uno de los pilares en los que se basó el consejo. El informe de la dirección de Gas destaca que "puede considerarse como mínimo el riesgo de paralización de la inversión". En todo caso, recomienda cinco condiciones a la autorización. Entre ellas destaca el nivel de endeudamiento máximo del 55%. La compañía se comprometió a que, tras un plan de venta de activos por 5.000 millones de euros (831.930 millones de pesetas), el nuevo grupo situaría su nivel de deuda entre el 62% y 67% de los fondos propios --igual que Endesa y el resto del sector eléctrico--, entre el 59% y el 64% a los seis meses de la fusión y entre el 47% y el 53% al final del 2006.

REACCION DE RATO

El vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato rechazó ayer las críticas contra el Ejecutivo por el veto de la CNE a la OPA de Gas Natural y expresó su sorpresa por que algunos políticos y partidos defiendan más a los accionistas de una firma que a los de otra. Con estas palabras, Rato, se refería básicamente a los dirigentes de CiU, con Jordi Pujol a la cabeza, y a los socialistas catalanes.