Primer asalto superado. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aprobado las primeras circulares energéticas que ya ha enviado al Consejo de Estado para su revisión y posterior aprobación. En el paquete se incluyen las nuevas retribuciones para las actividades reguladas de las compañías eléctricas. El sector verá recortada su retribución en el periodo 2020-2025 en 2.245 millones en el conjunto del periodo, en vez de los 3.107 millones que se calculaban hace unos meses.

Red Eléctrica ha sido, después de las empresas gasistas, la más crítica con el denominado 'hachazo' de la CNMC que, en el caso de la actividad de transporte de energía eléctrica, se aligera, al pasar de un recorte del 8,2% al 7,2%. Así, la retribución para esta actividad será de 8.643 millones de euros durante el quinquenio, frente a los 9.315 millones que resultarían si se mantuviera el sistema de retribución vigente. Es decir, los transportistas recibirán 672 millones menos en el acumulado de estos cinco años.

El mayor impacto se produce como consecuencia de la reducción de la tasa de retribución financiera que será del 6% en el ejercicio 2020 y del 5,58% para el resto y supone una disminución del 5% de su retribución. El resto se debe a los cambios metodológicos, según recoge el regulador en la propuesta.

En el caso de las distribuidoras afecta, sobre todo, a Endesa e Iberdrola el regulador prevé una retribución de 31.970 millones de euros para el conjunto del periodo, frente a los 33.541 millones que resultarían si se mantuviera el sistema de retribución vigente. Es decir, 1.571 millones menos de lo que recibirían si todo siguiera como hasta ahora.

En este caso, se reduce el recorte desde el 7% previsto al 4,6%. Y también aquí, el grueso del descenso se debe a la nueva tasa de retribución financiera que en el ejercicio 2020 será del 6,0033%, mientras que entre los años 2021 y 2025 se fijará en el 5,58%.

Modelo continuista

Según fuentes de la CNMC, se mantiene el criterio y la metodología empleada hasta ahora, pero se ajustan las cifras con datos actualizados- en base a la incorporación de criterios de austeridad, ahorro y reciclaje. Además, incluyen en buena parte las observaciones realizadas por el Ministerio de Transición Ecológica con quien ha habido consenso, indican.

En relación al transporte, se limita el valor de la inversión con derecho a retribución a cargo del sistema a aquellas inversiones que presentan un valor superior al que le corresponde de aplicar valores unitarios y, a su vez, se actualizan o recalculan esos valores unitarios. Además, se reconoce a las instalaciones que hayan superado su vida útil regulatoria una retribución por operación y mantenimiento y determinadas modificaciones para hacer más efectivo el incentivo a la mejora de la disponibilidad.

En el caso de las distribuidoras, se sigue el criterio del ministerio en relación a los límites de inversión y el reforzamiento de los incentivos, así como sobre la extensión de la vida útil de los activos e introduce en la retribución consideraciones sobre prudencia financiera. Además, se contempla la realización, por parte de las empresas distribuidoras de nuevas inversiones necesarias para la inclusión de energías renovables y la digitalización de las redes, estableciendo herramientas que pretenden introducir eficiencia, tanto en la construcción de las infraestructuras como en la operación y mantenimiento de las redes.