La dirección de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) mantuvo una sesión extraordinaria en la madrugada del sábado para analizar las indagaciones en torno al caso FG Valores en la que decidió dar carpetazo a la investigación.

El comité ejecutivo del órgano regulador de la bolsa española emitió un comunicado a las dos de la mañana en el que señalaba no haber "descubierto indicio racional alguno de que algún técnico, directivo o miembro" de su consejo "actuara de forma maliciosa y consciente" para encubrir las irregularidades detectadas en FG Valores por Merrill Lynch. Y recordaba que, en todo caso, un delito de infidelidad en la custodia de documentos habría prescrito a los cinco años.

DESDE EL LUNES La CNMV informó el miércoles pasado que el lunes había iniciado una investigación interna para esclarecer si efectivamente en 1996 entraron en el registro del organismo las cartas de Merrill Lynch. En ellas se denunciaba un desfase contable de 800 millones de pesetas en FG Valores, una sociedad --propiedad de Francisco González, actual presidente del BBVA-- cuya adquisición tramitaba el banco americano en aquellos momentos. También quería indagar si algún empleado interno había tenido un comportamiento ilegal. Finalmente, añadía que si encontraba indicios de infracciones penales no prescritas, dentro o fuera de la CNMV, las pondría en conocimiento de la fiscalía.

"Las presuntas irregularidades en FG Valores fueron aparentemente denunciadas a la CNMV en julio de 1996, es decir, hace casi 9 años. Esa lejanía, al hacer fragmentarios e imprecisos los recuerdos de las personas entrevistadas y limitar la documentación disponible, ha hecho prácticamente imposible esclarecer con una mínima precisión la verdadera naturaleza y alcance de las irregularidades denunciadas", explica el comunicado emitido ayer. Además, asegura que "el registro de entrada de la CNMV no sufrió manipulación alguna (...). "Cualquier borrado o manipulación del registro hubiera entrañado una ruptura del orden de numeración oficial de documentos, y hubiera dejado huellas fácilmente detectables".

Tras recordar que algunos documentos que se han manejado carecen del sello del registro, el comité ejecutivo del órgano regulador interpreta que tales misivas "pudieron escribirse, pero no entregarse a la CNMV o a su destinatario". No descarta que se entregaran, pero no de forma oficial, por lo que "pudieron desaparecer de las dependencias de la CNMV no necesariamente como consecuencia de una destrucción o sustracción consciente y maliciosa, sino también como fruto de un error o de la limpieza periódica de la documentación que no se integra en expedientes administrativos". Por todo ello, la CNMV ha decidido disolver el grupo de investigación y archivar todas las actuaciones.

ACCIONISTAS DEL SCH Por su parte, un grupo de accionistas críticos del SCH ha pedido a los reguladores financieros británicos que investiguen las prácticas del banco y a su presidente, Emilio Botín. La Asociación de Accionistas Minoritarios del Santander envió el viernes una carta a la Autoridad de Servicios Financieros (FSA) en protesta por falta de transparencia.