Las cadenas de supermercados españolas se han reforzado en estas semanas de confinamiento. Varios miles de personas han encontrado trabajo durante estos días en las cadenas de supermercados, que fruto del incremento de la demanda, el comercio electrónico y las nuevas normativas de seguridad han tenido que readaptar su organización. El gasto en productos de gran consumo ha aumentado en torno al 42% con respecto a antes del confinamiento, según datos de la consultora Kantar. Nielsen apunta a que el consumo on line de productos de alimentación se ha duplicado, con crecimientos semanales de hasta el 80%.

El director general de la asociación de supermercados Asedas, Ignacio García Magarzo, resalta que España ha desarrollado en los últimos años un modelo de distribución «muy intensivo en mano de obra» y con «elevada densidad de establecimientos», lo que ha permitido afrontar con garantías de abastecimiento y buen servicio el periodo de confinamiento. Pese a ello, desde la patronal reconocen que las cadenas «han tenido que ordenar la plantilla, establecer turnos de descanso e incrementar las medidas de seguridad». El sector de los supermercados emplea a 260.000 personas, un baluarte del empleo en España.

FUTURO / «La gran incógnita ahora es saber si la actual situación durará más o menos, qué protocolos habrá en el futuro o cuál será el comportamiento del consumidor en los próximos meses», dice García Magarzo. Explica que en algunos establecimientos en China se ha implantado definitivamente el control de temperatura de los clientes, la limitación de aforos o mamparas de protección.

Las estrategias seguidas por las distintas cadenas varían en función de sus propias características. El líder del sector, Mercadona, decidió reforzar las tiendas con más personal, suspender la entrega a domicilio y mantener el servicio on line desde sus almacenes especializados de Valencia y Barcelona. La cadena ha contratado en España a más de 3.000 personas para reforzar las tiendas (unas 600) y los servicios de limpieza y seguridad (más de 2.400). Los protocolos sanitarios que obligan a regular el aforo de los supermercados han requerido en ocasiones la contratación específica de personal de seguridad para regular las colas.

En el caso de El Corte Inglés (también con comercio alimentario pese a estar en el marco de las grandes superficies) se ha implicado a toda la organización en mejorar el servicio on line y los supermercados. La reubicación de personal no ha requerido nuevas contrataciones pero sí una reorganización de calado. Fruto de ese esfuerzo de la plantilla, la cadena ha logrado ser una de las que más ha incrementado su oferta de servicios on line, tanto en alimentación como en otros productos. La entrega a domicilio se ha conseguido mantener en plazos razonables e inferiores a la mayoría de competidores. «Si la carga adicional de trabajo de estos días se sostuviera solo con el personal de alimentación, sería imposible ofrecer este servicio», reconocen en fuentes de El Corte Inglés.

El alza de la demanda on line ha hecho que firmas como Dia hayan incrementado las contrataciones. En su caso, se ha llevado a cabo la ampliación de la capacidad de la venta on line con 1.000 empleados más y la transformación de ocho tiendas para la preparación de pedidos. Lidl reconoce que recurrió a empresas de trabajo temporal para cubrir los momentos de mayor concentración de clientes, pero que «con el paso de los días y la limitación del aforo en las tiendas no ha sido necesario prorrogar ese servicio». Algo parecido al caso de Aldi, tras haber limitado el aforo de tiendas a 50 personas.